Rasguños a un debate de antropología poscolonial.
Dos son las dos grandes carencias que se producen al tratar este tema
desde la nada (ex nihilo nihil fit):
- Las carencias de base filosófica
- Las carencias etnográficas
Como muy bien señalo un compañero
muchas de estas cuestiones responden a criterios de carácter deontológico, pero
no solo ante esto sino, de igual modo, a criterios de fiabilidad. Es decir; no
se puede aislar toda esta cuestión de Aristóteles, Francisco Suarez, Hume,
Locke, Kant, Hegel, Mill, Bueno, etc.
Es este último autor el que ya advirtiera
en una obra de obligada lectura, Etnología
y utopía (1987), que unos de los grandes riesgos de la antropología y, en
especial, después de Levi-Strauss era creerse igual o superadora de la filosofía;
lo mismo que le vino a suceder a Hawking quien llegó a defender un monismo
irrisorio en su “teoría del todo”, tema que introduzco pero no expongo.
Otro aspecto fundamental es la
aportación etnográfica. Lo que se echa de menos en este debate, no en términos
generales, sino el mantenido en la clase, es la ausencia del material que en última
instancia es lo que permite a la antropología plantearse a sí misma como un
ciencia social diferente a la historia, la sociología o la psicología; pues si
no fuera por esto poco se diferenciaría
del psicología social, la sociología, etc. Las cuestiones planteadas
hubieran sido interesantes de plantear a autores que han pasado ya por estos
dilemas en su práctica etnográfica. Hay quien podría decir que esto ya implica
situarse y poner en práctica los abusos. Para esto es interesante recordarle a
ese sujeto que, solo un necio, creería que las cuestiones se pueden tratar en
un “mundo de la ideas” etéreo; hay que recordar que los pensamientos, las
teorías y, como católico me permito añadir, la vida en si se produce de forma
activa. En esto la psicología daría buena cuenta. La otra cuestión es recordar
un trabajo que me rondo por la cabeza a la largo de la sesión, pero que no pude
mencionar pues no se respetó mi turno de palabra. Esta obra es la ya famosa El crisantemo y la espada de R.
Benedict. Lo interesante de esta obra es que se hizo por demanda de los EEUU y
que la metodología era poco opresiva con respecto al estado original. En todo
caso se habla de exiliados y otros materiales, cuyo acceso es innegable a menos
que nos encontremos entre un cafre de la moralidad (índice inquisitorial de materiales?).
Esta obra tiene muchas críticas, pero su contexto no es menos complejo. E
implica una disputa importantísima sobre la cuestión; encima desde múltiples
puntos de vista, cabe recordar que Boas, maestro de Benedict se opuso al uso de
las ciencias sociales para el disfrute geopolítico, y sin embargo fue vetado
por Oxford y Washington.[1]
De todos modos tampoco se puede solo señalar a estas instituciones, pues ¿Acaso
la antropología no nace siempre acompañada de fuertes instituciones las cuales,
de un modo u otro, se relacionan con el imperialismo? Bernardino de Sahagun en
España, en EEUU durante su expansión y a posteriori, pero no antes de terminar
la guerra de secesión, Inglaterra en el llamado segundo imperio, después de
perder América y empezar a consolidarse en la India (máximo cuando instaura su
propia legislación a mediados del s. XIX), e igual con Francia. Pero inclusive
con las emergentes nuevas potencias como India o México sucede lo mismo. Pese a
que algunos no les guste estudiar el desarrollo histórico de las instituciones
y las materias de estudios es una reducción idealista creer que las ciencias
surgen esporádicamente; los esfuerzos de muchos investigadores administrados y
reconocidos por instituciones barias, no son moco de pavo.
En esta breves líneas ya podemos
ver que si se obvian los evidentes recursos que ha dado la disciplina de por
si, al igual que si nos alejamos, de modo ideal, de la materia y su
incrustación en el sistema de reproducción social terminaremos por divagar; tal
y como sucedió.
Cuando se trató el tema de si era
o no era un privilegio la capacidad de un antropólogo de ir a una región dada
sucede lo mismo que cuando algunos pocos considerar renunciar a todas sus
propiedades para cambiar el sistema capitalista: nada. De igual modo se dijo
que nunca en la historia se huaina planteado debates sobre cuestiones de
dominación hasta tiempos recientes; esto es mentira, y lo peor es que justamente
se produjeron en España a mediado del siglo XVI, las llamadas disputas de Valladolid,
o Junta de Valladolid. Muchos de los argumentos esgrimidos en la actualidad
recuerdan, substituyendo ciertos términos calve por otros como alma por cultura
y otros, a la actualidad. Esto es alarmante porque demuestra la desconexión
entre materias; entre Antropología e Historia, algo que constantemente se
advierte pero poco se hace para solucionar fácticamente en las aulas. Talvez se
hubiera podido proponer aquel célebre ensayo de ¿Qué es la Historia de? de E. H. Carr para señalar algunas cuestiones
en el debate. Pero ¿Cómo vamos a referirnos a una autor de la talla de Carr si
ni se conoce su producción y su relevancia en la historiografía?
Lo mismo sucede con la filosofía;
el autismo de la materia cuesta de creer. Cuando el compañero advirtió que esto
era un debate sobre deontología primero se limitó, pues también lo era sobre
epistemología y ontología, lo que se estudia y las categorías que se emplean, pero
su no disposición a tratar la cuestión filosóficamente, ni al predisposición de
los miembros en la sala no es menos llamativo. Sencillamente se pasó. Ya he empezado
este breve repaso con una expresión griega (ex
nihilo nihil fit); bien, terminaré con otra: Symploké.
Si se conocieran mejor estos
términos, los materiales etnográfico y la propia historia de la etnografía
talvez conoceríamos mejor cuales son los deberes y obligaciones de estos profesionales,
los cuales, en algún momento, para bien o para mal, alcanzaremos a ser nosotros
mismos.
ARTUR LLINARES PACIA
[1]
Estas disputas la traté en un
trabajo de 1r año, bastante más extenso de lo aquí exponible, que puede
encontrar en: LLINARES, Artur (2019). Sobre
Bronislaw K. Malinowsky Y Ruth F. Benedict. Disponible en Blogspot:
<<https://arturllp.blogspot.com/2019/03/sobre-bronislaw-k-malinowsky-y-ruth-f.html>>
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