Una lectura a la Xarikíxa.

 

Un «sistema culinario» (Guidonte, 2007, 16)[1] “está formado por el conjunto de posibles alimentos que una cultura o un grupo social dentro de esta cultura seleccionan como comestibles” o no, añadiríamos nosotros, pues el tabú o la impureza son conceptos fundamentales en el desarrollo de cualquier sociedad humana, buena muestra de ello es la purificación de los muertos mediante el chile entre los ayuuc (Corona, 2020)[2].

Estos sistemas culinarios son complejos por dos motivos:

-          Por un lado, se mueven en múltiples sentidos de la producción humana. Jack Goody (1995)[3] nos advierte de que el «sistema alimentario», dentro del cual se insertaría el sistema culinario del cual hablábamos, consta de cinco elementos:

o   Producción

o   Distribución

o   Preparación

o   Consumo

o   Eliminación

-          Por otro lado, como advierte Contreras (1992, 101)[4], se mueve en tres dimensiones:

o   El sector técnico-económico-ambiental

o   La estructura social

o   La ideología

Dentro del ámbito de los festejos, empleados para garantizar el buen desarrollo de los alimentos, podríamos considerar a estas celebraciones entorno a al religión, como «crianza ritual» (Visual-PRATECT, 2003)[5] de los alimentos. Estas crianzas rituales se entrecruzan, pero suelen especializarse. También es importate resaltar que este concepto se puede emplear perfectamente para hacer alusión a la cria de ganado, como es el caso de llamas y alpacas (cfr. Suma Yapu, 2016)[6] andinas; inclusive el documental que aquí nos ocupa se inicia con la invocación al “dios venado”. De todos modos, es notoria la limitación geográfica del uso del término “crianza ritual”.

Aquí nos referiremos a la crianza ritual del maíz tostado en el sur de México, entre los Huicholes.[7]

La “fiesta del maíz tostado” se realiza con la intención de afectar a los diversos procesos de producción del maíz hasta su consumo: antes de criar el maíz se realiza un sacrificio y el consumo es compartido entre los dioses, los muertos [“ellos también son personas” min. 19:15] y los que participan en el ritual [bien lo organicen bien sean invitados].

Para sintetizar y agilizar el asunto, proponemos 2 cuestiones (entre tantas otras que pudieran proponerse):

-          Sistema alimentario

El ritual permite aunar los diversos procesos de las relaciones sociales y ecologías entorno un factor cristalizador: en el ritual se sintetiza un proceso que ocupa desde la plantación misma del maíz hasta su consumo.

En cuanto a la producción nos encontramos con una producción localizada[8] tanto por los recursos materiales mismos como por el circulo de distribución al que se orienta: “es nuestro medio de subsistencia” [min. 17:20]. Esto también nos habla de la forma en la que se integran los sujetos al ritual: o bien por una relación de producción directa o bien vía red social.

Es interesante a este respecto la relación casa-campo como unidad productiva. Como se ve en el min. 24:10, tras ofrecer los sacrificios en la misma plantación, se regresa a la casa para proseguir con el ritual. De igual modo es interesante que el “templo” que se nos muestra en el min. 25:17 contenga machetes y ofrendas para los muertos.

La producción es el aspecto fundamental en esta celebración: en especial entendida tanto como  producción agrícola como “preparación” de los platos. La materia prima se caracteriza por su diversidad: ellos destacan cinco tipos de maíz en base a su color, consideran que cada uno es un hijo de la diosa maíz, la cual toma múltiples formas. Esa diversidad genética refuerza su seguridad ante plagas u otros factores.

Para profundizar en la dimensión ecológica, sin lugar a dudas la más interesante desde nuetsro punto de vista, es obligatorio hacer referencia al sistema de Milpa (Watson, 2020, 123)[9]: “describes an open-field polyculture centered on maize production that rotates with Woodland vegetation an a ten-to twenty-five-years cycle”, algo que comparte con los maning estudiados por Rapapport (1997)[10] [Anexo 1]. Además encontramos el conocido como “sistema de las tres hermanas” en un cultivo combinado de judías, calabazas y maíz [ver anexo 2].[11]

La cocción, prosigamos, tiene directas relaciones con la noción de pureza en el ritual. Las dos figuras que protagonizan el momento son una Joven Virgen y un Niño Vigilante. De igual modo es el “elemento focalizador” hegemónico en el ritual (Smith, 1989)[12]. A partir del cual se establece un juego entre la encargada de alimentar, la Virgen, y los “ladroneas” [que son todos en realidad] que intentarán ir sustrayendo grano tostados para ir comiéndolo. Así pues el acto se divide en tres roles: Ladrón - Virgen – Vigilante.

-          Sacrificio

El sacrificio se rige en dos órdenes a la vez:

·         El cosmos

·         El microcosmos

El sacrificio permite que los dioses rijan a favor de los hombres, o, como mínimo, que no lo hagan en su contra (Herrenschmidt, 1989)[13].

                Todo este sacrificio, este ritual, es para el vínculo y la salud del hombre. [Min. 37:47]

La cuestión sacrificial atañe a toda la comunidad implicada. Así pues todos aquellos que participan de dicho ritual se encuentran a lo largo del proceso en tesituras complejas para describir su situación.

El sacerdote debe de igual modo pasar por toda una serie de requisitos previos para realizar el sacrificio, pese a que su pertenencia institucional previa le facilite el proceso. Una vez finalizado el ritual, a diferencia del sacrificio que ha sido destruido, repartido o conservado, ellos deben volver a su plano terrenal. Es para esta última fase donde nos encontramos nuevamente con un ritual, pero este ya de salida, de normalización si así place.

Como muy bien sintetizan Mauss y Hubert (1995, 78) [14]:

Pel que fa als seus trets essencials, resumits en un esquema molt senzill. Es comença consagrant-la; després, les energies que aquesta consagració ha suscitat i concentrat sobre ella són, per mitjà de la destrucció, posades en llibertat, unes envers éssers del mon sagrat, les altres envers éssers del mon profà. […] s’eleva a un grau màxim de religiositat, en el qual sols roman un instant, i d’allà torna a descendir tot seguit d’una forma progressiva.

Anexo 2: “Microtopography and Companion Planting”. Esquema de los jardines de Milpa, México. En: Watson, 2020, 128-129


 

Anexo 1: Regulación ritual entre los maring (Rapparport, 1975)

Cuadro que ilustra la regulación ritual entre los maring en un periodo de unos 20 años, señalando los inicios de los tabúes, sus causas y sus consecuencias, así como su final. De igual modo se correlaciona con los rituales que dan señales a dicho proceso.



[1] GUIDONET, Alicia (2007). La antropología de la alimentación. Barcelona: editorial UOC.

[2] CORONA, Laura (2020). Uso del chile ayuuk en el ritual funerario. México: Coordinación nacional de Antropología. Disponible en: <<https://www.youtube.com/watch?v=uNX5sP-wNYo>>

[3] GOODY, Jack (1995). Cocina, cuisin y clase. Estudios de sociología comparada. Barcelona: Gedisa.

[4] CONTRERAS, Jesús (1992). “Alimentación y cultura: reflexiones desde la Antropología”. En: revista Chilena de Antropología. Nº 11. Pp. 95-111. Disponible en: <<https://revistadeantropologia.uchile.cl/index.php/RCA/article/view/17643/18408>>

[5] Visual-PRATEC (2003). Crianza ritual de las Chacras en los Andes. Perú: NACAS y PRATEC. Disonible en: <<https://www.youtube.com/watch?v=G7bTk6gt7GM&t=403s>>

[6] Suma Yapu (2016). Crianza ritual de alpacas y llamas. Pastoreo en la comunidad de Collpa. Perú: Asociación Aymara Suma Yapu. Disponible en: <<https://www.youtube.com/watch?v=0RAbblOe5DI>>.

[7] CARRILLO, Eligio (2018). Xarikíxa. LA fiesta del Maíz Tostado. México: Instituto Nacional de Antropología e Historia. Disponible en: <<https://www.youtube.com/watch?v=n6gHRa9VQpQ&t=2267s>>

[8] Cuando se usan botellas de Pepsi-Cola no creemos poder hablar de un “local” estanco.

[9] WATSON, Julia (2020). Lo – TEK. Design by Radical Indigenism. Alemania: Taschen.

[10] RAPAPPORT, Roy A. (1975). “Naturaleza, cultura y antropología ecológica”. En: SHAPIRO, Harry L. Hombre, cultura y sociedad. España: Fondo de cultura Económica. Pp. 261-292.

[11] Otro caso es el que la misma autora (Watson, 2020, 203-215) trata: los zuñi (Nuevo México), cuya tradición se remonta al 1.000 D.C. y que se practica a  una elevación de entre 1830 a 1440 m.

[12] SMITH, Pierre (1989). “Aspectos de la organización de los ritos”. En: Michel Izard, Pierre Smith. La función simbólica. Madrid: Júcar universidad. Pp.  147-179.

[13] HERRENSCHMIDT, Olivier (1989). “Sacrificio simbólico o sacrificio eficaz”. En: Michel Izard, Pierre Smith. La función simbólica. Madrid: Júcar Universidad. Pp. 181-203.

[14] MAUSS, Marcel; HUBERT, Henri (1995). Assaig sobre la naturalesa i la funció del sacrifici. Barcelona: Institut Català d’Antropologia.

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