Algunas lecturas de Antropologia simbólico-cognitiva/inversa

KENDALL, Ann; RODRÍGUEZ, Abelardo (2009). La patapata, entre otros símbolos y creencias de los Incas pintados en el muro del templo de Coricancha

 


1. Sistematitza, para cada una de las formulaciones  de una filosofia nativa (Radin,1927), de una mentalitad primitiva (Lévi-Bruhl, 1922) o de un pensamiento salvage o bricoleur (Lévy.Strauss, 1962) cuales són los a priori sobre estas formas de conociemiento Ajenas i a partir de qué datos o constataciones etnogràfiquas, los diferentes autores, qüestionan estos a priori. Elabora un esquema y desesarrolla sev explicación final, para cada uno de los autores, de qué es lo que caracteritza el pensamiento llamado “primitivo” (Radin), “pre-logico” (Lévi-Bruhl)  o ”salvage” (Lévi-Strauss)
 

Radin considera que el Primitivo no es un necio. Sin embargo considera su lógica una lógica negativa y no positiva; positiva en tanto que surge de hechos positivos y que se constituye en ideas positivas.

Radin advierte que el primitivo vive en un mundo, el cual le da los inputs a dichos grupos. Eso sí, dicho mundo es diferente al nuestro.

Así su razonamiento viene dado de un mundo que les obliga a plantearse cuestiones de un modo distinto al nuestro, inclusive “quizás ni siquiera de las hace”  (p. 382).

Radin parte de la idea de que estos grupos; si bien no tienen por qué no ser complejos, pues tienen las mismas necesidades básicas a cubrir que nosotros e incluso se muestran ingeniosos al desarrollar ciertas tareas; poseen una cierta homogeneidad la cual da explicación de por qué sus explicaciones se orientarían a la adivinación y la magia. Homogeneidad entendida en tanto que no existe una clara división entre el mundo de lo corpóreo y el de lo no-corpóreo.

Ante una perspectiva a posteriori, podemos considerar que a lo que apunta Radin es a un pensamiento moderno y premoderno; ya que en el fondo señala una separación de la vida religiosa de la política que se da en la sociedad occidental/capitalista moderna. Sin embargo la denuncia que algunos autores como Polanyi (por ej. 2014)[1] hicieron a la segregación entre esfera religiosa y laica no se produce tan claramente, empezando solamente por el Fetichismo ya denunciado en por Marx; pero, en la posmodernidad post-industrial,[2] encontramos el resurgir de las new age, el tarot o la directa idolatraría a personajes “públicos”.

Parta Levy Brull el primitivo tienen una menta prelógica, mas no la comprende en términos evolutivos. Así pues cuando habla de mentalidad “prelógica” se refiere a la aversión de dichos pueblos a nuestra concepción de la lógica. El mejor ejemplo se encuentra en la total ausencia del “principio de contradicción” que le permite al primitivo decir que ha estado en dos sitios a la vez o que dos seres lo son al acto (independencia entre forma y apariencia).

El primitivo busca satisfacer unas cuestiones emocionales que se impone a una búsqueda racional. Es por ello que aquello sensible tiene más peos que aquello racional.

Así se constituye un pensamiento que a diferencia del pensamiento lógico (occidental) se basa en una orientación mística, un peso irrefutable de la subjetividad, basada en un principio por el cual múltiples elementos pueden participar en el mundo a diferencia de nuestra concepción.

Levy Brull no comprende dicha mentalidad en enfrentamiento a la nuestra, más bien son diversas sin más; aspecto este que reencontramos más tarde en descola.

Finalmente en cuanto a Levi Strauss se refiere parte de la idea de una universalidad común a todos los seres humanos. Por lo cual si bien reconoce diferenciaciones importantes, no cree que se pueda hablar de atrasado o faltas de desarrollo.

Así pues podemos establecer un paralelismo con respecto a su trabajo sobre el parentesco: plantea la universalidad de la familia, sin embargo el cómo se organice es otro tema. A su vez presenta, no obstante, un eje cardinal: el tabú del incesto.

Considerando una cultura un conjunto de sistemas simbólicos que se transmiten de forma grupal: un idioma no lo crea una persona y lo aprende. Así pues deben existir unas estructuras comunes en la comunicación y conformación de una idea de mundo, en ello se centrará Levi Strauss.

Así Levi Strauss procede a primero estudiar las propias formas de cada pueblo de intercambiar ideas, bienes y mujeres. En un segundo paso compara dichos pueblos entre ellos y aspira a encontrar una estructura mental común al hombre a un nivel universal.

Busca sobrepasar la dicotomía de la naturaleza y la cultura, “y que deseaba descubrir una teoría universal de la mente, haya de hecho inspirado, al menos en parte, el giro moderno hacia la subjetividad, movimiento que deploró profundamente” (Lindholm, 2001, 379)[3]



[1] POLANYI, Carl (2014). Los límites del mercado. Reflexiones sobre economía, antropología y democracia. España: Capitán Swing.

[2] A nuestro entender, momento que se caracteriza porque Europa, como unidad económica, exporta más servicios que bienes., y porque es capaz de compensar la balanza negativa de Importaciones-exportaciones. O así ha sido hasta en breves, a la espera de la posición que tome el PIB chino en la década entrante.

[3] LINDHOLM, C. (2001). “Levi-Strauss, Claude (1908-)”. En: Barfield (ed.). Diccionario de antropología. Barcelona: Bellaterra. Pp. 378-379.


2.1. Como caracteriza Roy Wagner la antropologia inversa?

 Ante la caída de un concepto monolítico de cultura nos damos cuenta de que otros grupos también poseen aquello que llamamos “cultura” tanto para describir la “calidad de vida” (p. 114) propia como la ajena.

Así pues Wagner nos propone que, en vez de emplear la antropología como ciencia para acercarse al otro produciendo una traducción de emic. A etic. (al modo propuesto por Pike o Harris), nos detengamos en comprender la visión del mundo que dichos pueblos pueden aportar. Wagner reconoce de inmediato que esto se produce unidireccionalmente; del civilizado al bárbaro, pues el segundo no dispone de los medios para dicha tarea.

Así pues una “antropología inversa” es la antropología de los otros; ¿Cómo comprende  Al otro, en sus propios códigos, al hombre, al mundo, a la naturaleza, etc.?

 

2.2. Cuales són los principales ejemplos/argumentos que utiliza para seu simetrización de antropologías en el capituol “La cultura como creatividad”, La cultura como invención (2017) [1975, 1981]? Organiza un esquema y desarrolla la explicación.

 

En primer lugar elabora una genealogía lingüística del concepto de cultura y como este ha sido tratado por la antropología.

A continuación establece una tesis entorno a la historia de la antropología, planteándola como ciencia del encuentro, por así decir. Pues surge por la fricción cultural, si bien advierte que dicha visión de “fricción” puede dar por sentadas ciertas concepciones del mundo algo problemáticas.

 

Como casos etnográficos nos presenta

-          El erróneo análisis del intercambio de mujeres en África como una gestión de ”compraventa”, entendiendo a la mujer más como un objeto de consumo que como un bien puesto en juego.

-          Ishi; un indio nrteamericano que sirvió como sujeto de muestra etnográfica para el célebre kroeber. Así pues analiza su relación y desde el antropólogo pero a su vez pone atención en como este observo el mundo “blanco”.

-          Después, nos habla de los cultos cargo y su utilidad para analizar las relaciones vitales.

-          Finalmente nos habla de yali y su interpretación del mundo occidental ante el interés por las ciencias naturales, que las comprendido como una suerte de totemismo o santuario para la conservación de las relaciones sociales.

 

 

2.3. Un ejemplo de antropologia inversa: desarrolla cómo analiza Roy Wagner los cultos cargo melanesios. Completa esta interpretación que el autor hace de los cultos cargo buscando alguna bibliografia complementaria que complete el ejemplo.

 

Primero Wagner nos desarrolla un conflicto interno al propio término de “cultura”. Así pues nos hace notar la utilidad de dicho término en una dialéctica intergrupal, como elemento de orden ontológico que permite interpretar el mundo, dentro de cuyo mundo, evidentemente, coexisten otros grupos, los cuales a su vez poseen otros códigos.

Al ofrecer dicho planteamiento entorno a la “cultura” y la función del antropólogo nos advierte que en otras culturas no deja de existir una acepción parecida; pone como ejemplo los cultos cargo y advierte que lo que para unos llamamos “culto cargo” para nosotros podría ser “culto cultura”.

Concluyendo entre “cargo” y “cultura” que: “<<Cultura>> extiende el significado de la técnica [agricultura], el modo y el artefacto al pensamiento y las relaciones humanas; <<cargo>> extiende la relación humana y la producción mutua a los objetos manufacturados. Cada concepto usa el sesgo extensivo del otro como su símbolo.” (p. 117)



3. 1. A partir del texto de Alfred Irwing Hallowell, “Ojibwa Ontology” (1960): quá es lo que define a una persona entre los Ojibwa? Específicamente: Quien es persona? Qué características hacen que un ser sea considerado una persona?

Los Ojibwa diferencian entre dos tipos de personas: los hombres y los praeterhombres[1] (more-than-human). A su vez este es el subgrupo para la distinción entre 1) objetos inanimados y 2) objetos animados:

·         Animado

o   Hombres

o   Praeterhombres

·         Inanimado

Esta distinción es el resultado de considerar otros tres factores elementales y directamente interrelacionados.

*      El Alma es lo que iguala a los seres del mundo. Dicha alma es lo que otorga “personalidad”. Pero en este sentido no hemos de confundir términos; “it would be an error to say the Ojibwa `personify´ natural objects. This would imply that, at some point, the sun was first perceived as an inanimate, material thing. There is, of course, no evidence for this. The same conclusion applies over the whole area of their cognitive orientation forwards the objects of their world.” (Hallowell, 1960, 8-9)

*      El Poder va en correlación a la capacidad de transformarse, adquirir diferentes formas, al igual que de la capacidad de dar animación a otros objetos (desplazándolos o transformándolos). Dicha capacidad, sea bondadosa o malévola, es lo que va a jerarquizar a los diferentes seres entre sí por capacidad, así pues hay hombres más poderosos que ciertos praeterhombres y a la inversa.

*      La última característica, que nos parece ver en los Ojibwa, es la psicología (personal identity, autonomy and volition (ídem., 17)). Dada la interacción en un plano de igualdad; poseen alma y en consecuencia la capacidad de transformarse; se comprende que se desarrolle una personalidad dentro de un enfrentamiento entre varias partes de humanos y praeterhumanos ambos con “alma” lo cual los constituye como “personas”.

Así pues vemos unas líneas generales, “maestras”, pero algo difusas al momento de determinar lo que es una persona, tarea esta que, dentro de la corriente en la que trabajamos, resolvería mejor Viveiros de Castro.

 

3.2. Argumenta, a partir de los datos etnograficos que nos propone Hallowell, la pertinencia analítica y las limitaciones de un possible nuevo concepto: “personeidad”. Como definiries “personeidad”? Puedes proponer, alternativas o matizacions, siempre justificando etnogràficamente la propuesta con los datos de Hallowell.

Hallowell se centra en la constitución del mundo bajo el sujeto, o a partir de este. Así se centra en lo que Hegel caracterizo como Weltanschauung. Así pues considera que esta constitución del mundo toma un cariz fundamental la propia idea de “persona”. Dichos limites nos describe la antropología del otro, igual siguiendo con es “antropología inversa” de Wagner.

Al tratarlo desde dicho tamiz se readapta la idea del “perspectivismo” desde un ente social general al concepto de “personeidad” (personeity).

Este concepto se centra en cómo se concibe la persona en otras sociedades y se considera un elemento relativamente independiente de evaluación. Así pues, si podemos mantener un perspectivismo cultural, al aplicarlo a la persona tenemos la propuesta de Hallowelll, junto a otros, de la personeidad.

Al trazar algunos estudios interculturales entre indios se ha llegado a un cierto refinamiento de este concepto. Así si aplicamos aun estudio de la infancia comparada la idea de personeidad se puede llegar a decir que:

These researchers used four critical dimensions of "personeity": (1) humanity - the awareness that one possesses distinctly human potential and experiences; (2) sexuality - a sense of one's own sexuality and its behavioral implications; (3) individuality - the awareness of being a distinct individual with a separate and unique identity; and (4) continuity - the experience of one's present self as being continuous from what one has been in the past as well as what one will become in the future.

(Cranwell, 1985;  9)[2]

Sin embargo puede resultar de interés hacer notar que en las sociedades “occidentales” una distinción entre hombre/persona ya ha existido y con propuestas interesantes para pensar antropológicamente. Así pues, por poner dos ejemplos canónicos en nuestra sociedad pero bien diferenciados, piénsese en:

-          Jesucristo; Dios, hecho hombre.

-          Empresas, (dependiendo de su forma jurídica) personas jurídicas.

De igual modo falta un desarrollo, por lo que hemos podido leer, del concepto de “hombre” al mismo nivel del hecho con el concepto “persona”.



[1] En este sentido propongo revisar si hay otros conceptos más precisos al momento de comprender aquel “mas-que-hombres”; por dos motivos. El primero es que justamente el prefijo “praeter-“ puede dar una buena profundidad al termino recuperando a su vez una raíz clásica y, en segundo lugar, nos permite evitar adoptar esas fórmulas anglo-germanas de sumar sustantivos tan impropias del castellano.

[2] https://journals.sagepub.com/doi/10.1177/0022022189201002



 4. 1. Cómo definen, Eduardo Viveiros de Castro y Philippe Descola, el animismo?  

El animismo se concibe como una ontología que percibe el mundo en una continuidad y discontinuidad permanente entre lo humano y lo no humano, en términos espirituales: “humanity as a general, not man as a species” (Descola, 2014, 275).

Este “modo de identificación” se caracteriza por conceder un alma humana a varios elementos del mundo, pero de forma independiente al cuerpo en sí que se posea. Es decir, el cuerpo se considera como una suerte de adaptación ecológica, natural; sin embargo el alma es comúnmente humana.

Así pues lo natural y lo cultural se diluyen basándose en otros ejes más allá de lo “biológico” o de lo “corpóreo” frente a lo “cultural” o lo “metafísico”.

Viveiros de Castro (p.50), no obstante, le critica a Descola que su planteamiento de “animismo” realimenta la dicotomía cultura/naturaleza al ser nuevamente el eje central de estos pueblos cuando, en principio, estos no tiene dicha distinción. Así que en Viveiros encontramos un tono de radicalidad al definir el concepto ausente en Descola.

 4.2. Desarrolla la forma en que el animismo problematiza  en general las categorias de persona, sociedad y humanidad.
 Sistematiza, en algun momento de la respuesta estas dos qüestiones,  los objectivos diferenciados de las propuestas de estoss dos antropólogos y sv diferente contribución al giro ontológico.

El concepto de sociedad es el más interesante, ya que, creemos, puede ser un punto en común a otras perspectivas no “perspectivistas”. La sociedad concebida como un tejido de relaciones interindividuales para satisfacer las necesidades mutuas (socialización, alimentación, reproducción, etc.) no solo se limita  los hombres, o incluso alguna vez algún hombre queda excluido de dichas relaciones. Así “relaciones sociales” existen entre las hormigas, los simios o los peces. Lo interesante de este hecho es que la etología así lo ha reconocido en las “ciencias” occidentales. Sin embargo, la visión del “perspectivismo” es más amplia al ser la que las sociedades animistas expanden esta concepción relacional a otros elementos como pueden serlo piedras, estrellas, etc.

Ese aspecto relacional expandido es el que a su vez obliga a reformular la idea de “persona”. Pone en tensión dicho desarrollo del sujeto al otorgar dicha capacidad  otros seres que no son hombres[1]. Es decir; considera que sujetos que se desarrollen en sociedad existen muchos más que los hombres. Al existir un desarrollo en sociedad se desarrollan personalidades muy diversas y esto a su vez nos obliga a reconocer esta dimensión del Yo en otras realidades, ya no solo animales, sino a realidades que para nosotros serian totalmente “inanimadas”.

A su vez el concepto de “humanidad” se ve ampliado pues esta dicha condición de humano lo que permite a estos elementos del mundo actuar e interactuar. Es decir, es su condición humana, en tanto que tiene alma, lo que iguala a todos los elementos en este plano espiritual, pero también s el que les otorga agencia. Así a la vez que un hombre debe hablar con un jaguar con el mismo respeto con el que trata a un compañero de la aldea, [a la vez] le habla a ese a animal. Es decir, en dichas sociedades el carácter “social” implica por fuerza a otros sujetos, considerados agentes, que para nosotros seria inconcebible. Y, además, los incorpora en un plano de igualdad en tanto que sus esencias, su humanidad, su cultura es igual.

En este sentido se entender perfectamente la distinción que hace Viveiros de Castro entre una sociedad multinaturalista y una sociedad multinaturalista. El caso de nuestra sociedad es multiculturalista; pues consideramos la existencia de una naturaleza común entre nosotros pero una multitud de culturas variables entre nosotros. El caso de las sociedades animistas es el opuesto, pues defienden la existencia de una única cultura (alma) a todos los seres-agentes a la vez que reconocen una multiplicidad de naturalezas: multinaturalistas.

A su vez esto implica a los animales. Por así decir, el “espacio antropológico” no es igual en nuestra sociedad que en otras. Mientras que para nosotros podemos incluir en dicho espacio a los hombres, sus relaciones y sus productos, para las sociedades animistas o multinaturalistas también hay que incorporar a los animales y otros sujetos como agentes cuyas agencias cuentan.

En ambos caos, el de Viveiros y el de Descola, nos encontramos con un bombardeo constante a las dicotomías clásicas de naturaleza-cultura, hombre-nohombre, barbarie-civilización[2], etc. Mientras que Viveiros propone una nueva división entre Multinaturalismo y multiculturalismo, Decola, receptor y continuador de la obra de Viveiros (Reyboso, 2016)[3], desarrolla un modelo de simetrización cuádruple, discerniendo entre modelos naturalistas, totemistas, animistas, naturalistas y analogistas. Podríamos decir que hasta cierto punto el totemismo y el animismo, de Descola, se corresponde al Multinaturalismo de Viveiros, mientras que el naturalismo corresponde a la idea moderna de mundo, el multiculturalismo. Finalmente la analogía es un sistema algo más curioso ya que establece en el todo una relación de competencia pero jerarquizado. Así se establece como una suerte de relación entre los diferentes eslabones de una cadena; lo cual se puede relacionar con una cierta perspectiva medieval.

Si bien el analogismo podría relacionarse directamente con una concepción multinaturalista apriopri, no es así, como mínimo[4] si nos acogemos a la concepción medieval, en especial porque es muy diversa en su seno. Tratar de forma monolítica cual es la consideración sobre la naturaleza y la cultura en la edad media es complicado ene especial porque estas categoría binaria no existían del modo que existen en la actualidad.

Ya “P. Acosta [s. XVI] se da perfecta cuenta de las contradicciones existentes no solo entre la doctrina tomista-aristotélica y los nuevos datos aportados por el descubrimiento de las Indias Occidentales, sino entre estos y la Biblia” (Green, 1969, 21)[5]

Esto a su vez nos lleva a lo que otros han destacado:

En segundo lugar, los y las que difieren de los principios fundacionales del llamado «giro ontológico» han notado que, en el anhelo de dejar atrás el dualismo naturaleza/cultura, se reifica el dualismo moderno/premoderno, y sobre todo en la contraposición que se hace del multinaturalismo amerindio con el mononaturalismo y multiculturalismo euroamericano, que tendría claros tintes neocoloniales.

(Gonzalo y Carro, 2014, 116)[6]

Si bien el perspectivismo es un movimiento amplio y Viveiros usa una técnica mucho más a groso modo que Descola, en ambos casos, por lo expuesto, nos parece que entramos en esta dinámica señalada por Gonzalo y Carro. Descola retroalimenta unas clasificaciones que, como le advierte Viveiros, ya vienen del estructuralismo y que en el fondo son o bien dicotómicas o bien emplean una categoría (analogía) algo costosa de sostener en un plano histórico o a un estudio no superficial de la cuestión.



[1] Cuando emplee la palabra “hombre” estaré haciendo alusión a la categoría occidental de persona: inteligencia, raciocinio, cultura, especie homo sapiens sapiens, etc. Para hacer alusión a la concepción animista hablaré de “humanidad”.

[2] El elemento post-colonial es fundamental en todas estas propuesta pese  a que se estén articulando 50 años después del derrumbamiento de los imperios occidentales y del surgimiento de antropólogos críticos con la cuestión. Por no retraernos a autores anteriores críticos con el colonialismo como Boas.

[3] REYNOSO, Carlos (2016). Critica de la antropología perspectivista. Argentina: SB.

[4] Como mínimo porque el propio Viveiros (p. 46)  advierte que el totemismo es una surte de “correlación” los cual nos hace preguntar cuanto mas podría afinar Viveiros sin pasar una categoría y la otra.

[5] GREEN, Otish H. (1969). España y la tradición occidental. Vol.2. España: Gredos.

[6] GONZALO y CARRO, (2014). “La apertura ontológica de la antropología contemporánea”. En: Revista de Dialectologia y Tradiciones populares. Vol. XXI. Nº 1. Pp. 101-128. Disponible en: http://dra.revistas.csic.es/index.php/dra/article/viewFile/504/507



ARTUR LLINARES PACIA

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