Lectura a Schiffauer
Referencia: Werner Schiffauer; "Cosmopolitans: on the Relevance of Local Identification in Globalizing Society". En "World on the move". Ed. National Geographic. 2019.
Creo
que habría que añadir algunas anotaciones críticas con el planteamiento de
Schiffauer.
Así si bien puede darse esa idea de cambio constante en el espacio urbano, a la vez que se constituye un cambio incesante, es importante advertir que esta característica no se limita al “espacio urbano”. Mejor dicho, como señalaba Manuel Delgado en "El animal público" (Anagrama, 2008): "la ciudad no es lo mismo que lo urbano [...] Lo urbano tiene lugar en otros muchos contextos que trascienden los límites de la ciudad en tanto que territorio, de igual modo que hay ciudades en las que la urbanidad como forma de vida aparece, por una causa u otra, inexistente o débil".
Así si bien puede darse esa idea de cambio constante en el espacio urbano, a la vez que se constituye un cambio incesante, es importante advertir que esta característica no se limita al “espacio urbano”. Mejor dicho, como señalaba Manuel Delgado en "El animal público" (Anagrama, 2008): "la ciudad no es lo mismo que lo urbano [...] Lo urbano tiene lugar en otros muchos contextos que trascienden los límites de la ciudad en tanto que territorio, de igual modo que hay ciudades en las que la urbanidad como forma de vida aparece, por una causa u otra, inexistente o débil".
De
igual modo la descripción que hace de la construcción sensorial del entorno con
el cual termina uno identificándose, tiene sus límites, o, más bien, sus
simplificaciones, me parece. Así pues: ¿La gente en los pueblos no se
identifica sensorialmente? ¿Acaso sensorialmente, no constituimos relaciones
con espacios que van más allá de la ciudad? Es apropiado, parece, señalar hacia
el "cuerpo", pero esta relación se establece con muchas mas
cuestiones, y en especial es una sociedad global donde tenemos medios digitales
que nos permiten “expandir” esta dimensión.
En
otro orden, finalmente, me gustaría plantear que se habla de una suerte de
dicotomía entre la nación y la etnia en medio de la cual se encuentra el
“cosmopolita”, sin embargo este mismo binomio es muy limitado en la propia
historia de las ideas occidentales. Así pues cuando se habla de entre etnia y
nación: ¿dónde queda la patria? ¿Y el estado? En esto último, inclusive, ¿No
serán diferentes las ciudades como Berlín, Paris o Nueva York contemporáneas a
la Micenas y Atenas clasicas o a la Florencia y Venecia renacentistas? De igual
modo lo "étnico" puede ser afirmado y neguedado también desde la
dimensión religiosa (y ene efecto lo es): véanse dos religiones como islam o el
cristianismo (con toda su diversidad interna, evidentemente), donde la primera
habla de "pueblo de Dios", que con las debidas reconfiguraciones
decimonónicas toma forma del actual sionismo (no menos racista que muchos otros
movimientos), frente al cristianismo que se podría sintetizar en la máxima de
Pablo: "ya no hay hombre ni mujer, ni libre ni esclavo, porque todos son
uno en Cristo" (aprox.). De igual modo la idea de lo "étnico"
puede perfectamente tomar una dimensión global, universalista: ¿Qué es el
llamado movimiento por “la negritud” si no? Un movimiento que reitera los
tópicos del racismo pero positivándolos que va desde Brasil, Venezuela hasta
llegar a nuestro continente? La negritud es un perfecto ejemplo de “etnicidad”
globalita.
Y en este mismo sentido es donde cabe advertir la observación más importante y que conetcta todos los comentarios: ¿Hablar de “cosmopolitismo” no será, solamente, una forma de hablar de globalismo”? Una de esas formas que toma la globalización. En este sentido también me gustaría remitir a otro texto, en este caso de Gustavo Bueno (2002): “Mundialización y Globalización” (http://www.nodulo.org/ec/2002/n003p02.htm) donde identifica brillantemente como no podemos hablar de una mera “globalización” y hemos de habar de “globalizaciones” como procesos que se enfrentan entre sí y que son plurales.
Y en este mismo sentido es donde cabe advertir la observación más importante y que conetcta todos los comentarios: ¿Hablar de “cosmopolitismo” no será, solamente, una forma de hablar de globalismo”? Una de esas formas que toma la globalización. En este sentido también me gustaría remitir a otro texto, en este caso de Gustavo Bueno (2002): “Mundialización y Globalización” (http://www.nodulo.org/ec/2002/n003p02.htm) donde identifica brillantemente como no podemos hablar de una mera “globalización” y hemos de habar de “globalizaciones” como procesos que se enfrentan entre sí y que son plurales.
Finalmente
hay una propuesta interesante en la idea de la "estética" o la
"personalidad" (no en vano hay una relación entre la idea de “lo
sensible” y la idea de “lo subjetivo” [también entre el giro protestante y
moderno, como, entre otros, señala el propio Delgado en la obra mencionada])
que desarrollan las grandes ciudades. En ese sentido me gustaría proponer el
trabajo de un autor que estoy trabajando llamado Liev Manovich: "Instagram
and Contemporary Image" (http://manovich.net/index.php/projects/instagram-and-contemporary-image). Este es uno de sus trabajos más recientes. Lo interesante
son los mapas que encontrareis de visualización de imágenes a gran a escala en
las grandes capitales del mundo. Igual ayudando un poco más a comprender esa
dimensión de la "personalidad" de las grandes ciudades, pero cuya
cultura es a la vez indisociable de una suerte de vieja "nueva era" de
los medios de comunicación que inicia con la revolución de las máquinas de
vapor, la electricidad y los nuevos medios de masas hasta el actual software.
Para quien crea que esta dimensión se aleja de la propia de la antropología,
cabe recordar que la dimensión técnica es fundamental en el ser humano y en su
desarrollo, por lo que omitir dichos elementos siempre resultara problemático y
por ello el propio autor, aunque de forma mínima, no deja de mencionarlo.
En
este sentido no desatiendo el aspecto de "migrante" en su análisis,
sin embargo, la propia idea de "cosmopolitismo" alberga una cantidad
tal de movimiento de población al igual que un constante "movimiento"
entre las propias categorías internas de la ciudad (pasar de una vivienda a
otra, de un trabajo a otro, de contratar una empresa a otra, etc.) que creo que
se pueden perder ciertos matices. Evidentemente esto solo quiere ser un toque a
ciertas consideraciones del texto, sin negar toda la aportación que hace.
Creo que hay tres aspectos
importantes a reseñar cundo hablamos de la dicotomía clásica entre
campo-ciudad.
- La escala; algo que ha demostrado
la historia es que no siempre cantidad tiene implicaciones reales al momento de
hablar de otras categorías como “relevancia”, representatividad, globalismo, complejidad.
Así la sociedad Europea durante buena parte del siglo XX ha estado a la cabeza
del “desarrollo”, reelaborando nuevas estructuras de producción y de reproducción
en contraste con otros países con una población inmensamente superior como China.
De igual modo es reseñable el caso de América. Un contiene donde las mayores aglomeraciones
urbanas empiezan a partir de México; sin parar hasta Argentina, donde ciudades
del tamaño de Boston, sencillamente, no son nada difíciles de encontrar; el desarrollo
de estas ciudades y aún más de sus estados no han sido comparables al de EEUU
(si bien también ha factores históricos, pero igual que los hubo con EEUU,
quien también tenía sus aliados y sus enemigos [y muchos menos recursos naturales
y un desarrollo industrial ridículo en comparación a las excolonias españolas
al momento de su independencia]).
De igual forma desde la arqueología sabemos que la relación establecimiento-complejidad-productividad
tampoco sigue un orden elemental. Marvin Harris en Caníbales y Reyes (1987, 41), nos expone brevemente tres casos que siguieron
procesos muy diferenciados del nomadismo al asentamiento; de grupos CR a otra categoría:
A. “Las aldeas del valle de Tehuacán no
fueron erigidas hasta varios miles de años después de haber sido domesticadas
las primeras plantas. Esta misma secuencia se da a lo largo y ancho de las
Américas.”
B. “En el Viejo Mundo la secuencia se cumplió
en sentido inverso. Primero la gente se reunió en aldeas y dos mil años después
domesticó las plantas silvestres cuyas simientes había recolectado.”
C. “Hoy se sabe que las primeras aldeas de
Oriente Medio se erigieron en conjunción con una forma de subsistencia que
implicaba la recolección con una forma de subsistencia que implicaba la recolección
de semillas de cebada silvestre, trigo y otros cereales.”
Yo me atrevería a decir que la
propia idea distorsionada entre campo-simple-local-bajo desarrollo-ahistorico
vs ciudad-complejo-global-desarrollo-histórico viene de aquí. Lo cual tiene
sentido ya que no hablamos de migraciones entre grupos cazadores-recolectores-pescadores,
lo llamamos movilidad estacionaria, movilidad recurrente, nomadismo atado,
nomadismo (en general), trashumancias, etc. Así entendemos que este principio
de “establecerse” tiene alguna relación con la propia idea de migración.
-La dimensión ética y estética;
existe una clásica dicotomía entre, por resumir haciendo referencia a un clásico
del tema, el Menosprecio de corte y alabanza
de villa (Guevara, 1539 [http://www.filosofia.org/cla/gue/gueca.htm])
que llega hasta la modernidad en forma del ya mil veces criticado “buen salvaje”;
pese a que en el fondo ideas adánicas nunca desaparecen del todo, y la crisis
del COVID-19 ha dado buena muestra del imaginario social de –seres humanos
(pecaminosos de origen, añadiría) implican +naturaleza (originaria [un adjetivo
verdaderamente peligroso en la historia]).
De esto hizo una muy interesante
introducción Josep Fontana en un artículo de 1997 titulado “Los campesinos en
la historia: reflexiones sobre un concepto y unos prejuicios”, reeditado, sin cambios,
en el volumen editado por la Universitat de Valencia en la colección Onoris
Causa Sobre la historia i els seus usos
públics (2018) (Se puede encontrar en jstore: https://www.jstor.org/stable/40340606?seq=1).
Analiza el concepto desde la modernidad, así que para atender a una historia de
la cuestión más extensa habría que dirigirse otras referencias.
En eso ha tenido mucha influencia
los idearios románticos del XIX, en especial algunas ideas prerrafaelistas (monolítico
estéticamente como pocos movimientos contemporáneos) que ilustran un mundo aún
vivo medieval, previo a la irrupción de la modernidades, igual, inclusive podríamos
señalar, antes de la aparición de la imprenta, lo cual nos lleva a su vez a
otro autor clásico; Marshall Mc Luchan.
- La globalización: Marshall Mc Luhan en Guerra y paz en la aldea global (1985,
ed. Planeta de Agostini) nos habla de cómo es la tecnología la que ha producido
los verdaderos cambios entre la dimensión local y global de nuestra era. Esto
no es del todo cierto, ya que ideales de globalismo existen desde mucho antes,
al igual que de mundialización (el mundo cristiano contra el musulmán, el
comunista contra el capitalista, oriente y occidente, viejo y nuevo mundo,
etc.). Sin embargo, tampoco hay que ser tramposos con Mc Luhan, a lo que se
refiere, dentro de su retórica, es la real ejecución del globalismo en nuestra
era mediante las revoluciones digitales y de transportes y comunicación.
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