Pueblo catalan en Instagram. Un debate. I


Pueblo/nación:
 La primera consideración al respecto es que ambos son conceptos románticos, no uno si y el otro no. Es más, en todo caso la idea de Pueblo sería incluso anterior. Pero esto sería de todos modos irrelevante, pues (como me criticas al deshechar corrientes enteras) los conceptos no pertenecen at eternum a una corriente dada; ¿Dios es un concepto exclusivamente cristiano? ¿Lo es exclusivamente Judio? El Dios hebraico no cambia con la trinidad, transustanciación, cristiana? Y el papel de la Virgen en el catolicismo? Es decir, no planteo que la invalidez del concepto de nación aparta de un ideario romántico y punto. Como mucho lo que se puede hacer es señalar que tiene fuertes componentes románticos. La idea de nación política que tu planetas sería una petición de principio; es decir, que estas declarando una estructura política catalana que se desarrolla dentro del seno de España, pero le otorgas autonomía de golpe; es como el clásico ejemplo que dice que el problema de España es como de una comunidad de vecinos, como dando por sentado que cada vecino (CCAA) está ya diferenciado por su propiedad y su capacidad de gestión de esta. Es cierto que ya se encuentra un principio en el presente sistema de autonomías; motivo por el cual, creo, que tú mezclas una cosa con la otra:
Una cosa es que en España se haya otorgado una autonomía
Otra cosa es que Catalunya tenga una categoría política independiente en forma de nación que le otorga grado de requerido de estado. Es decir, un absurdo. Es ahí donde entran en juego tus conceptos de soberanía popular o nacional. Es una nación en proyección, que quiere tener un estado, pero ¿De qué nación hablas? De la étnica, la cultural; ¿Qué se hace con los gitanos que también son un pueblo? ¿Qué se hace con mi familia que tiene factores italianos? Donde empieza y acaba ese reconocimiento kultural? A esto se suma la “depuración” de catalanidad: por qué se consideró los toros menos catalanes? Ahí es donde puedes ver un muy claro ejemplo de cómo no se parte ya de un ideal catalán, sino que en estas últimas décadas también se ha producido una “depuración” del mismo. Es acaso esto como decía Mallart (2007 ,49): una andaluz nunca será un catalán y un catalán nuca será un andaluz, y demos gracias!

Así que el concepto de nación que manejas no es político más allá del grado de autonomía, en cuyo caso no es una nación sino una comunidad autónoma, ahí te ves obligado introducir la idea de nación étnica/cultural. Así es como se defendería un sistema de autonomías desigual y que llevaría a un federalismo asimétrico.
Para acabar con esto una breve anotación: el pueblo es solo el que es ciudadano? Entonces hablamos de ciudadanos o de pueblo? Hablamos de sociedad civil o hablamos de pobladores?

Soberanía:
Empiezas por Thomas Paine (Los derechos del hombre); la soberanía entendida como “suma de los poderes naturales te dos y cada uno de los hombres que reconocían el estado”. Bien esta definición con el mero hecho de creer que un estado cuenta con todos y cada uno de sus individuos es un absurdo, ya sabrás que esto no sucede. En cuanto hablas de “poder natural” qué es exactamente ese “poder”? Te refieres a mi poder para crrer? Te refierres a mi poder si fuera un cabeza de familia para mandar sobre mis hios? Te refiers a mi poder sobre mis trabajadores si tuviera una empresa? Te refieres al poder del veto real? Te refieres al poder de declarar el estado de excepción? Con estos ejemplos te encamino hacia dos vías:
1)      Recalco que las decisiones en un estado no las toma cada uno de sus ciudadanos, en gran mediad porque el propio estado se considera un órgano por encima y no por debajo de sus ciudadanos, creo que en esto actúa como decía Schiller: “dale al pueblo lo que merezca pero no lo que aplauda”[1]; dos casos, la entrada en al OTAN de España, el reclamo de una independencia que ni de lejos se ha pedido por todos y cada uno de sus ciudadanos, y en el supuesto de que se concediera tampoco sería así.
2)      La institucionalización del poder político. Algo que no solo se da en los estados sino también en otras organizaciones, por poner un ejemplo los Grandes Hombres entre los Baruya de Nueva Guinea. Por lo cual cuando se habla de poder se habla de este en su inserción en la política. Así pues no es lo mismo un mendigo, un inmigrante, un juez o un presidente. Por lo cual ese poder del que habla Pine ya predispone una organización política desigual (en mayor o menor mediada).
Con esto ya hemos superado tu problemática de “como insertar el poder individual en el Estado”, pues el estado ya es otra forma de reacine de poder, no un ex nihilo.
De todos modos hablas de Rousseau, bien este mismo autor reconoce la imposibilidad de lo que tu habías planteado y advierte que en la praxis se deben escoger a unos sideres determinados, de esto da buena cuenta su participación en un proyecto constituyente en Polonia donde de inmediato se ve obligado a designar representantes; en la actualidad el panorama es sencillo: Cuantos presidentes han salido de Malasaña, el Raval o Las 3.000 viviendas de Sevilla.

Adviertes a continuación que obvio deliberadamente (aunque sin mala fe) que antes que de soberanía popular se habla de soberanía nacional. Dices que el Poder, en consecuencia, no es un elemento que viene del cielo, sino que viene por el propio pueblo. En este caso volveríamos a lo que ya te he advertido anteriormente, ese poder ya tiene que estar insertado en estructuras previas; el estado no aparece de golpe en Francia, Inglaterra o EEUU. Ya antes existían sistemas políticos. De igual modo dices que el poder popular no viene solo de “un concepto metafórico de lazos culturales”, sin embargo me defines nación como: “un sujeto político integrado por un territorio, la población que lo habita y la cultura (leguaje incluido) que emana”. Así pues sí que hablas de cultura en la nación, que es el único elemento real que puede existir en el supuesto catalán, como ya te he descrito antes, pues “el sujeto” político no existe en sí, existen CCAA, a menos que por transustanciación una CCAA de golpe sea una nación. Históricamente no habría por donde sostener que Catalunya es una nación política o que lo haya sido y se haya integrado por la fuerza a modo de colonialismo, tesis esta última que ni nos plantearemos.

Lenin; Derecho de las Naciones a la autodeterminación.
Ante todo me parece curioso que cites a Lenin cuando en él mismo se encuentra un argumento canónicamente marxista contra el nacionalismo catalán:
Lo mismo puede afirmarse del problema nacional. En la mayoría de los países occidentales hace ya mucho tiempo que está resuelto. Es ridículo buscar en los programas de Occidente solución a problemas que no existen. Rosa Luxemburgo ha perdido de vista aquí precisamente lo que tiene más importancia: la diferencia entre los países que hace tiempo han terminado las transformaciones democráticas burguesas y los países que no las han terminado.
Todo el quid está en esa diferencia. La desestimación completa de esa diferencia es lo que convierte el larguísimo artículo de Rosa Luxemburgo en un fárrago de lugares comunes vacíos que no dicen nada.
En la Europa continental, de Occidente, la época de las revoluciones democráticas burguesas abarca un lapso bastante determinado, aproximadamente de 1789 a 1871. Esta fue precisamente la época de los movimientos nacionales y de la creación de los Estados nacionales. Terminada esta época, Europa Occidental había cristalizado en un sistema de Estados burgueses que, además, eran, como norma, Estados unidos en el aspecto nacional. Por eso, buscar ahora el derecho de autodeterminación en los programas de los socialistas de Europa Occidental significa no comprender el abecé del marxismo.[2]


De igual modo lo que tú dices de la imposibilidad de aislamiento en sistemas capitalistas; bien esto no se da solo en el capitalismo, la circulación a grandes distancias de bienes como el cauri en economías no capitalista da buena muestra. Esto se da en los llamados “pueblos sin historia”, de donde Eric Wolf saca el título de su más célebre obra, que se dedica a estudiar la antropología. Paz Moreno advierte en El bosque de las Gracias y sus pasatiempos:
A los primeros pertenecían tanto al Maldivas como los diversos pueblos africanos que utilizaban el cauri como medio de cambio, patrón de valor, medio de pago o medio de atesorar riquezas. Para estos pueblos, las instituciones económicas no pertenecían a una esfera autónoma del resto de las instituciones sociales, por lo que para ellos el cauri, en sus diversos usos como dinero, no se presentaba separado de las instituciones políticas, religiosas, o de parentesco.
[…] particularmente los anglo-holandeses, son un buen exponente de sistema no incrustado en el que el tratamiento de las mercancías (fuesen cauri, fuesen esclavos), se regían estrictamente por reglas encaminadas a un único y primordial fin: el beneficio económico
(2011, 331)

Por lo cual tu preplanteameinto de relaciones capitalistas – problemática de la soberanía, queda muy desdibujado sometiéndolo a la práctica política más amplia, tanto geográfica como históricamente. Es decir, estas mezclando soberanía y capitalismo como si dieran un problemática genuina cuando no es así. Podríamos hablar aquí del sistema precolombino de los imperios andinos, donde sin tener un sistema capitalista si que existía sometimiento de otros pueblos (la Malinche).
Con esto no digo que no exista un problema concreto entre capitalismo y cuestiones de territorialidad, pero no generalices, porque me pasas de Pine a Lenin y de España, con una formulación política del siglo XV, a una propuesta de independencia de Catalunya en el siglo XXI. Así que, básicamente, hay que ir mas poco a poco con los refrenas que planetas; que no digo que sean gratuitos e inútiles, y menos en este tema.

Nos metemos ahora con cuestiones históricas:
Las primeras regiones que se industrializan no son Catalunya y las vascongadas en España; son en América. De lo que tú hablas es de la industrialización peninsular, que no es lo mismo. En ese caso, como buen marxista ya sabes que economía y política no surgen esporádicamente.
A esto hay que advertir los siguientes tartos de favores:
- 1701-1702 Felipe V, en las Cortes catalanas, otorga “las constituciones más favorables que había obtenido la provincia”; decía Feliu de la Penya.
-1845 se exige la protección del mercado nacional contra el de gran Bretaña
-1874 se convierte a las colonias en mercado exclusivo de productos españoles
-Durante la 1ª guerra mundial debido a la demanda desesperada de uniformes y calzados
-Una legislación inicial franquista que se representa en: Ley de Protección y Desarrollo de la Industria Nacional (octubre 1939) y Ley para la regulación y al Defensa de la Industria Nacional (noviembre 1939)
-Todo el Plan de Estabilización Económica presentado en 1959 por la intercesión del Opus Dei; organización que se olvida en muchas ocasiones tiene una influencia muy fuerte en l gobierno de Franco, tanto para mal como, aunque se olvide con mucho agrado, para bien.

Es por estas cuestiones que me sorprende que afirme que:
“Quiere decir esto que la dependencia histórica de las economías catalanas y españolas funcionan a modo de retroalimentación y, se deduce, representan otra diferencia cultural substancial.”

Hay dos aspectos que requieren atención:
1)      Das por sentada la separación entre “la economía catalana” y “laS economiaS españolaS”. Es decir, de golpe ya preexiste la separación económica entre las diferentes regiones españolas, y que, evidentemente, son protonaciones políticas: ¿Por qué no hacer de la Tarraco romana un nuevo estado?
Esto lo digo porque no se puede hacer una segregación tan limpia como tu pretendes, pues caes en un presentismo por la especialización regional en producción, algo que ciertamente es heredero de la edad media; la seda valenciana, inexistente a día de hoy, es un buen ejemplo. Pero esto no sirve de justificación de nada. Y mucho menos tras comprobar que la economía catalana es parte de la economía española; no una parte enfrentada a otra, sino que forma una unidad y, cuando se trata de cuestiones internacionales, una identidad: quien da garantías económicas a Catalunya no es ni ella misma ni Europa, es España. Y cualquier garantía de Europa o de la Cambra de Comerç está legitimada mediante las instancias españolas: volvemos a lo mismo, no existe nación histórica, solo étnica y/o cultural; esto nos lleva a l otro punto.
2)      Debido a esta justedad argumentativa tú mismo ya tomas el camino de señalarlo como una diferenciación cultural o étnica. Aquí no me queda claro si dices que debido a una cultura diferente Catalunya es más rica o si dices que este enriquecimiento fomenta una cultura “distinguida”. Voy a entender lo segundo porque lo primero sería racismo puro y duro y por un antecedente tuyo donde creo que te explicas algo mejor[3]. Si hablas de la distinción económica caerías en un elitismo regional, algo que no me parece muy tolerable desde los ideales de la igualdad, y que en gran mediad explica el papel de la derecha en el proceso catalanista y de catalanización (Pujol, Mas, etc.). La idea de una separación cultural debido al enriquecimiento material me parece más apropiada y, creo yo, en línea con tus posturas ideológicas.
En este sentido sabrás que no existe diferencia natural entre hombres por causas étnicas, es decir los hombres somos iguales. Esto, que tal vez te resuene a la idea de ciudadano ya se encuentra en la carta de Pablo a los Galatas (y en general en el cristianismo):
“No hay judío ni negro; no hay esclavo ni libre; no hay hombre ni mujer; porque todos sois uno en Cristo Jesús”
De aquí, por cierto, ciertas resonancias teológicas en la terminología política y económica contemporánea; y el motivo por el cual desde mi catolicismo no me es en lo absoluto difícil defender ideas  más próximas a “las izquierdas”[4].
Siguiendo entonces con el tema solo me quedaría por apuntar que las cuestiones culturales son de igual modo constructos ideológicos de dominación, algo que debes haber estudiado en línea con el feminismo y la dominación ideológica masculina, la función de las religiones o la propia fechitizacion de las mercancías, no ya como lo planteaban Marx, sino como lo hizo Edward Bernays en su célebre Propaganda.
Pero en este sentido, demasiado difusa por tu exposición, prefiero que reemprendas tu argumentario y dejarte que lo expongas más ampliamente.
Lo cual, aun así, no justifica que la cultura, la raza o la etnia sean justificantes de derechos concretos, ni privilegios ni carencia de derechos.


ARTUR LLINARES PACIA


[1] SCHILLER, Friederich ([1795]1990). Kallias. Cartas sobre la educación estética del hombre. Barcelona: anthropos. P. 175
[2] LENIN, Bladimir ([1914]2000). “3. Las peculiaridades concretas del problema nacional en Rusia y la transformación democrática burguesa de esta”.  En: El derecho de las naciones a la autodeterminación.  Disponible en Marxist Internet Archive: https://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/1910s/derech.htm [Consultado: 28/05/2019]
[3] Dices: “Aquí [en la industrialización “prematura”] encontramos el origen del catalanismo decimonónico, no referente para mí. Creo que el nacimiento de la burguesía catalana en el contexto industrial del siglo XIX lleva a un catalanismo fundamentado en ambiciones económicas revestido con un movimiento cultural (renaixença). Esto no quita que dichas relaciones económicas [siguiente mensaje] Hagan del tejido económico catalán un ambiente distinguido del resto de la economía española”.
[4] En este sentido es muy interesante que repasaras la influencia de los curas y hombres de iglesia en la resistencia antifascista o su participación con grupos de anarquistas o comunistas; un tema muy interesante y poco conocido por la fachada ideológica de izquierda vs iglesia (ya presente en la semana trágica cuando se quemaban iglesias en vez de fábricas y mansiones de burgueses explotadores).

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