Migración, Turismo y Desarrollo



En la actualidad, todos vivimos en movimiento” (Bauman, 2001; 103)
Esta conclusión de Bauman es un tanto precipitada pero acertada; el ser humano históricamente se ha desplazado; tanto individualmente como –y con más intensidad- en grupos. Es lo que sencillamente se llama migración.
La cuestión esencial que destaca cuando aplicamos la lupa de las ciencias sociales es el factor de la globalidad urbana. O talvez sería más apropiado hablar de “capitalismo global”.
Empecemos pues desgranando los tres conceptos con los que hemos conformado el título de la presente reflexión. Finalmente daré respuesta a la cuestión que nos lleva a este breve trabajo ¿Qué ofrece la antropología a estas cuestiones? ¿Cómo pueden unirse todas estas cuestiones en la disciplina?

Desarrollo

Este es el concepto en juego, la clave para el sostenimiento de nuestro ideario. ¿Qué es el “progreso”? La propuesta liberal es clara (Norberg, 2017);

  • El crecimiento económico se ve incentivado por la globalización
  • El auge económico general de una nación va ligado al incremento de los estratos más desfavorecidos de la misma
  • El bienestar es directamente proporcional a la renta per capita
La esencia de la confusión entre los concepto “desarrollo” y “progreso” se encuentra en la unidireccionalidad subyacente entre ambos conceptos. Pareciera que el progreso de las sociedades humanas únicamente se haya podido desarrollar en una única dirección; desde nuestra perspectiva de sociedad terciarizada es el mercado el que nos hace libres o que se presenta como un espacio de desarrollo de la libertad.[1] Y si es que algo quedó claro con la ilustración fue que el hombre casi nace en tanto que para buscar su felicidad igualmente para disfrutar de su libertad. Talvez es en la indefinición de la anhelada libertad, vendida de una i mil maneras, donde el mercado encuentra su oportunidad. “Salimos a los escaparates de la vida, y no encontramos nada que nos sacie” diría Aranguren.
Norberg propone en su ensayo una retrospectiva para valorar nuestra libertad que contrapone nuestro actual estado con la esclavitud de los negros en América. Y en esta hiperbólica comparación subyace una voluntad, muy elocuentemente expuesta, de evadir la pregunta “¿Qué es la libertad?”; pero lo más probable es que, si se puede eludir esta cuestión con tanto desparpajo, no sea ni más ni menos que porque “se da por sentado” que cuando se habla de libertad se habla de “mi libertad”, una libertad que se mezcla con dos líneas muy fuertes de teorización sobre este concepto; entendamos:

  • La libertad es algo de carácter natural en el hombre
  • La libertad viene dada por la sociedad.
Norberg mezcla la segunda propuesta (el esclavismo) con la primera, la cual es la preeminente en la actualidad, pero no se molesta en hacer revisión sobre esto y muy probablemente el lector tampoco lo haga.
Así pues, como bien indicaba Aranguren, el mercado deviene en nuestro marco de referencias. Un mercado que para ser sostenible debe ser global; algo en lo que Norberg tampoco quiere entrar; talvez la recuperación de la teoría Marxista de la autodestrucción del capitalismo en base a los esquemas decimonónicos no sea de interés para el noruego.
No todo se puede reducir a una mera “voluntad oscura” de la economía, eso sería recaer en el discurso neoliberal. Los avances técnicos en el s. XVIII son las clave para esto. Para hacernos una idea baste pensar que desde 476, fecha de la caída del Imperio Romano, hasta 1776, fecha de publicación de The History of the Decline and Fall of the Roman Empire (E. Gibon), no se había producido ninguna revolución en los medios de transporte, y las vías fundamentales de comunicación -terrestre- permanecían casi iguales a los tiempos del gran Imperio. La revolución de los medios de transporte que se produce a finales del s. XVIII, pero en especial en el s. XIX, permite un mayor tráfico de personas alrededor del mundo. ¿Cuáles serán estas nuevas dinámicas de movilidad?

  • Turismo
  • Migraciones
La primera se presenta como la versión de la superabundance de la segunda, caracterizada por la necesidad.

Migraciones

Las migraciones son movimientos que se producen en una doble dirección y en dos áreas posibles:

  • Emigrantes
  • Inmigrantes
  • Migraciones internacionales
  • Migraciones nacionales
En el caso de España, por poner un ejemplo, vemos que en el primer tercio del siglo XX la inmigración interior crece notoriamente, mientras que para una migración internacional tiene que esperarse hasta pasados los 40 (Schubert, 1991).

1900
1910
1930
1.000 o más
14,8
13,5
10,6
1.001 a 5.000
36,0
34,5
29,8
5.000 a 10.000
16,9
17,2
17,1
10.000 a 30.000
15,5
16,17
16,8
30.000 a 100.000
7,6
7,7
10,8
Más de 100.00
9,0
10,3
14,9
Tabla 1: Distribución de la población por tamaño de asentamiento en %. Fuente: J. Sánchez Jiménez (1984), "La población, el campo y las ciudades". En: Historia de España. Vol. 37. p.402









Esto irá cambiando dependiendo de cada país; pero es una dinámica global que aún se mantiene: las migraciones son cada vez 1) más intensas y 2) con un carácter más global/transnacional.
Esto es algo fundamental para el trabajo antropológico; si bien considero que en el apartado de “¿Qué es el progreso?” la antropología no puede hacer mucho dejando espacio para disciplinas como la historia; este acontecimiento si no es de dominio antropológico no hay otro campo que pueda tratarlo con el mínimo de humanidad que requiere y que, evidentemente, se perdería o, inclusive, se ha perdido, al tratarlo en términos meramente económicas, políticos o históricos.
Pese a esto, se mezclan aquí dos esfera de intervención:

  • Unas fronteras legales y, en gran mediad, históricas que son cuestión de la política.
  • Una interrelación cultural para la cual no hay solución alguna.
En algunos casos como el de EE.UU. es una quimera frenar este proceso de migración, aun con toda la cínica y necia voluntad que pueda plantear el gobierno de D. Trump. En el caso de Europa se están haciendo ingentes inversiones para poder frenar las holeadas migratorias africanas en el mismo continente. Europa se ha construido históricamente contra el mundo árabe y siendo un continente viejo como somos, talvez aún, no estamos dispuestos a aceptar los cambios, pero el camino a esto es breve y con escasas alternativas: o maniobramos adecuadamente y aceptando la novedad de la situación o nos veremos invadidos de golpe y, entonces sí, sin margen de maniobra. Es evidente que no se pueden mantener discursos de un relativismo cultural/moral como el que se ha presentado con la crisis de los “refugiados” en Alemania[2] o Suecia, donde las autoridades ante multitud de incidentes no han sabido gestionar las situaciones que se les ha presentado. Y es aquí donde la antropología, talvez abandonando el lema de “todo es comprensible = todo es aceptable” que me ha parecido percibir en este primer curso, podrá tender puentes como se dice popularmente, entre diversas culturas y llegar a una entente mediante una retórica cultural. Aquello que Boaventura de Sousa Santos presentó como una dialéctica de Topoi (de Sousa, 2000)
Ciertamente a lo largo del s. XIX los estados-nación se definieron en primer término como nación para, a posteriori, pasar a definir su forma de estado, que debía ser adecuada a su imagen autoconcienciada (Osterhammel, 2015). La nueva situación, no exige que la política domine la imagen de las naciones; primero se debe proponer una re-imaginación[3] de “qué somos” para después recrear una política de estado adecuada.
Nos encontramos, talvez, en una vuelta a esta fase de tomar conciencia de nosotros mismo que, en apariencia, nos quedaba lejos.

Turismo

El turismo forzosamente se debe producir de un país o región dominante a uno dominado/exótico. La figura del turista puede encontrar su origen en los jóvenes adinerados[4] principalmente decimonónicos que se embarcan en el Grand Tour[5] una experiencia que debía permitir a los jóvenes desarrollar su sensibilidad, conocer a intelectuales de su mismo nivel y mantener relaciones con familias de su mismo estatus. Esta experiencia será el origen de la,  popular y aun persistente en nuestra cultura, Bohemia[6].
El turismo no debe ser únicamente criticado por su carga de desigualdad social; siendo sinceros, sin este interés de una clase bienestante intelectual[7] nunca se hubiera podido encontrar un von Humboldt y/o, más adelante, en la antropología un Malinowsky o un Boas. Quepa recordar que el iniciador de la antropología moderna, Bernardino de Sahagún, no es ni más ni menos que un enviado de la corona española durante la primera fase de la colonización para estudiar la cultura a la cual se “enfrenta” el imperio.
Una vez aclarado esto podemos proceder a ver cuál es la problemática del actual Turismo que está lejos de su homónimo dieciochesco.
La desigualdad yace en la capacidad de decisión. Me parece que esta es la mayor crisis que vemos reflejada en la cuestión del turismo. En la sociedad de consumo, como es la nuestra, todo producto debe estar reproducido como las obras de Warhol; “poco importa la gracia en sí, sencillamente ten varios”. Esta abundancia nos obliga, a los consumidores, a encontrarnos en un constante proceso de elección; la gran problemática viene dada cuando esto se produce con los “escaparates de la vida”. Esta riqueza de elección implica que una parte de la población no puede elegir, pero además, aquellos que estamos expuestos a la constate elección acabamos sufriendo lo que Schwartz describió muy bien, en su libro (2004) homónimo, cómo Paradox of choise.
A parte de esto la cuestión del turismo implica que “algo” debe ser elegido por un sujeto proclamado digno evaluador como turístico. Así pues este “algo” está sometido al juicio de un extraño, que, en principio, poco hace lanzando sus reseñas sobre la correspondiente cultura, gastronomía, población, etc. Entonces ¿Por qué, en un principio, no vemos con malos ojos la cuestión del turismo? Porque este sirve para entrar en una dinámica global de comercio, y como ya se advertía en el ensayo de Norberg “la globalización incrementa el crecimiento económico de los países” (p.16).
Finalmente encontramos que la región seleccionada para recibir el turismo se ve forzada a convivir con extraños y, a más a más, cumplir con sus expectativas. Es fundamental recordar que esto sucede en España con la tauromaquia o el flamenco, Francia con la Torre Eiffel, Italia con el Imperio Romano, etc. Es decir, no queda lejos del primer mundo el efecto del estrés que genera el tourista.

Respuesta

Cuál es el papel del antropólogo y de los futuros antropólogos en todas estas cuestiones?
Bauman señala magistralmente: “Aquets dos parells de contraris –mixtofília/mixtofòbia i proteofília/proteofòbia- representen els valors als quals ens hem referit breument: llibertat i seguretat[8] (Bauman, 2006; 19).
Las personas estamos destinadas a entrecruzarnos entre nosotros. Las sociedades urbanas cada vez lo requieren más y la dualidad entre “cuan públicos somos” en la ciudad y “cuan privados somos” genera grandes tensiones. La fluidez del mundo que nos rodea nos genera gran ansiedad; esto se ve extraordinariamente bien a título personal, pero es que en términos sociales no sucede menos.[9]
El crecimiento en términos capitalistas es una realidad con la cual convivimos; este crecimiento se está produciendo irremediablemente en las áreas urbanas. Así son múltiples los puntos de tensión generados.
La convivencia va a ser una obligación; para ello no podemos permanecer en esferas diferenciadas, ajenos a todo cuanto suceda a nuestro alrededor. Un mestizaje cultural y biológico parece el futuro y a su vez la solución.
La circulación global de bienes, personas e ideas es irrefrenable. Son ahora, más que nunca, síntoma de progreso. Pero hemos de decidir qué va a ser para nosotros progreso y cómo hacerlo sostenible.
En alusión a este último aspecto; haciendo el hombre gran parte de su vida en las ciudades cada vez parece haberse olvidado más de que somos una parte de la naturaleza y que sin la sostenivilidad de esta se acaba nuestra fuente de vida y progreso. Así pues corrientes como lo eco- nos proponen dar una vuelta de tuerca a aquello que consideremos “progreso” y, a la vez, nos lanza propuesta de su nuevo progreso sostenible y beneficioso para todos.
Si queremos dar con soluciones claras se tiene que admitir que las disciplinas van a requerir las unas de las otras; el mejor ejemplo es el del turismo, un acontecimiento que requiere de conocimientos antropológicos, económicos y sociológicos (Santana, 1997). De igual modo el planteamiento de una ecopolítica requiere no únicamente conocimientos de carácter social sino que cabe añadir los avances científicos como la impulsora de estas posibilidades reales de cambio.
Pese a todos estos planteamientos la antropología tampoco debe abandonar al hombre del ahora en busca de un supuesto futuro; se debe trabajar a tres tiempos: recordar el cómo se ha llegado, pensar en dónde estamos y concluir dónde queremos llegar. Así pues los presentes derechos pueden ser reformados y de igual modo redefinidos o reafirmados. Ya estamos lejos de renunciar a nuestra libertad individual; pero siempre queda la posibilidad de disfrutar de un “derecho al anonimato” (Delgado, 1999) que, talvez, se presenta como la solución entre dos extremos; uno es la disolución del sujeto en su sociedad, que hemos dejado atrás y el otro es el individualismo, hacia el cual nos dirigimos.


ARTUR LLINARES PACIA

Bibliografía:

BAUMAN, Zigmunt (2001). La globalización; consecuencias humanas. México: Fondo de Cultura Económica.
(2006). Noves fronteres i valors universals. Barcelona: Centre de Cultura Contemporània de Barcelona.
DELGADO, Manuel (1999). “Anonimat i ciutadania. Dret a la indiferència en contextos urbans”. En: Revista Catalana de Sociología. Nº 10.
ELIAS, Norbert ([1977 (vol. 1) – 1979 (vol. 2)] 2016). El proceso de la civilización; Investigaciones sociogenéticas y psicogenéticas. México: Fondo de Cultura Económica.
ESCOHOTADO, Antonio (2004). Los enemigos del comercio; historia de las ideas sobre la propiedad privada. Vol. 1. Barcelona: Espasa.
(2013). Los enemigos del comercio; una historia moral de la propiedad. Vol. 2. Barcelona: Espasa.
(2016). Opus Cit. Vol. 3. Barcelona: Espasa.
MUÑÓZ, Julián (2017). El Grand Tour; Guía de viajeros ilustrados. Madrid: Akal.
NORBERG, Johan (2017). Progreso. Barcelona: Grupo Planeta.
OSTERHAMMEL, Jürgen (2015). La transformación del mundo; una historia global del siglo XIX. Barcelona: Crítica.
PERAN, Martí (2016). Indisposición general: ensayo sobre la fatiga. Guipúzcoa: Argitaletxe Hiru.
SÁNCHEZ Jiménez, J. (1984), "La población, el campo y las ciudades". En: Historia de España. Vol. 37. Madrid: Espasa-Calpe.
SANTANA, Agustín (1997). “Turismo y desarrollo: revisión de los impactos generados”. En: Antropología y turismo. ¿Nuevas hordas, viejas culturas? Barcelona: Ariel.
SCHUBERT, Adrian (1991). Historia Social de España (1800-1990). Guipúzcoa: Nerea.
SCHWARTZ, Barry (2004). Paradox of choise. Nueva York: Harper Perennial.
SENNET, Richard ([2000] 2017). La corrosión del carácter; las consecuencias personales del trabajo en el nuevo capitalismo. Barcelona: Anagrama.
SOUSA, Boaventura de (2001). “Las tensiones de la modernidad”. En: Foro Social Mundial; Porto Alegre, Otro mundo es posible. Barcelona: El viejo topo.




[1] Para ver un estudio histórico sosteniendo esta tesis véase: ESCOHOTADO, Antonio.
[2] Reconocido será el caso de las violaciones masivas de final de año de 2015 en regiones como Colonia.
[3] Planteo este término desde la perspectiva de la “imaginación radical” que nos ofrecióóC. Castoriadis en su amplia obra.
[4] También existían programas que ofrecían una beca a jóvenes en posiciones menos favorables.
[5] Véase MUÑÓZ, Julián (2017)
[6] Una de las ramas de esta Bohemia llamada “Bohemia Negra” es la que está protagonizada por jóvenes que llegan de las zonas rurales a las ciudades con esperanzas de convertirse en escritores de renombre. Evidentemente, debido a su escasa formación, pocos consiguen algún reconocimiento.
[7] Véase ELIAS, Norbert (2011)
[8] Mixtofília = Aceptación de la mezcla en la ciudad; Proteofília = aceptación del constante cambio.
[9] Véase SENNET, Richard ([2000]2017) y PERAN, Martí (2016)

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