Sobre las tres geografías sociales que propone Z. Bauman .

Este es un trabajo realizado para la Universidad de Barcelona. Estudiando el primer semestre del primer curso del grado en Antropología Social y Cultural.
Se recomiendo la lectura de la primera tesis, "Sobre las dimensiones culturales y sociales de la naturaleza y sobre cómo trata de estudiarlas la sociologia"; tambien publicada en este blog.



(Para cualquier uso de las ideas planteadas a continuación se ruega la citación de la autoría original: Artur Llinares Pacia. También es válida la citación de la fuente original, es decir, de este blog: Artur Ll. P. [https://elrincondelavidolector.blogspot.com.es/])




BAUMAN, Zygmunt. La globalización: Consecuencias humanas. México: Fondo de Cultura Económica (2001). P. 171.


“Para recuperar el sentido de la geografía, primero debemos establecer en qué momento de nuestra historia reciente lo perdimos por completo”[1]
En las dos anteriores tesis[2] empecé con una reflexión directa, que nos permitía establecer unos márgenes sobre los que trabajar, pero en este caso debemos replantearnos el título que lleva este trabajo.
En cuanto se habla de Geografía como una materia individual de estudio, análisis e interés, hemos de ser conscientes de que se habla de un campo de estudio fuertemente vinculado con une espacio físico determinado. Este espacio había sido el límite para la población durante mucho tiempo, pero en el último siglo hemos vivido toda una serie de sucesos que han alterado nuestra percepción de este espacio físico. Bauman propone que la revolución del transporte es el primer paso para perder el “respeto” a esta dimensión. Debido a la velocidad del desplazamiento, se nos hace menos presente en la consciencia las limitaciones que nos imponían en un pasado (no tan lejano). Kaplan propone que esta escisión del espacio físico en nuestro pensamiento “geográfico” se debe a la Gran Cisma. Es interesante ver como ninguno de los dos autores duda de la relevancia de este acontecimiento para marcar la “crisis de la geografía” tal y como era concebida. Pero, en tanto que Kaplan dirige inmediatamente la mirada a este acontecimiento y se explaya en él de inmediato, Bauman nos propone todo un discurso al respecto.
Zygmunt Bauman propone tres estadios por los cuales hemos pasado a lo largo de la historia hasta constituirnos en la sociedad actual. Él hablará de tres concepciones del espacio con sus propias mecánicas que se alterarán por factores que describiré a continuación.


Espacio antropomórfico
Como mero apunte valga reseñar que Bauman empieza su análisis sin hablar del hombre que posee una “visión primordial del mundo”[3]. Así pues ya nos encontramos con una humanidad elaborada y con cierto grado de complejidad que se diferencia del entorno natural.
En este primer estado las restricciones del Hombre las marcará su cuerpo natural. Este será el que determine lo cercano y lo lejano, y será la vara de medir del mundo.
Las dificultades técnicas fuerzan al Hombre a establecer un fuerte vínculo con su entorno. Es así como la Localidad tomará un papel primordial en los marcos de sentido de las sociedades humanas. Estos hombres serán interdependientes y tejen entre ellos una red de interrelaciones, que los hace a todos partícipes de la constitución de una conducta, una moral, un orden, unas restricciones, etc. Estamos ante un Poder Social en estado puro.
El factor humano será el elemento clave de la toma de decisiones. El papel de los “líderes locales” (Paul Lazarseld) es aquí un buen ejemplo del funcionamiento de la comunidad local. En el debate que se plantea en estas comunidades sobre su forma de funcionar hay múltiples voces, algunas son las locales y otras son “exteriores”/”lejanas”; el Poder que capitaneaba el compendio de las pequeñas localidades aspiraba a que su voluntad fuera un factor para la configuración del sistema de funcionamiento de estas comunidades. La distancia física permitía que los líderes de opinión hicieran sus cribas y propuestas, permitiendo que la comunidad local fuera la primordial en la formulación de los modos de funcionar.
Cuando el Poder debía aplicar una decisión sobre las vidas de forma generalizada debía hacerlo mediante la fuerza. “Se trata sencillamente de un derecho de espada”[4]. Esto se debe a que las disidencias al Poder central eran inmensas; se habla de territorios con una gran variedad de lenguajes, estos impiden al Poder actuar directamente sobre estas comunidades locales, y, a la vez, permitía a estas comunidades distinguirse del Poder y mantener una autonomía.
El cambio se produce cuando el Poder quiere erradicar esta autonomía dada por la diversidad.

Espacio técnico
Debido a la revolución técnica que se vive a partir del s. XVII, pero en especial el s. XIX, las percepciones del hombre sobre la realidad se separan en mayor grado aun de la naturaleza. Empezamos a encontrarnos con el Hombre con una visión Moderna del Mundo. Este sujeto pierde la noción de naturaleza y de Dios[5] como representación de ésta y su marco de sentidos. Constituye sus propios medios técnicos como vara de medir y se basa en ella para actuar.
La evolución técnica de por sí es innegable, pero también debe reconocerse una “tecnificación” de la búsqueda de conocimientos. Más que un conocimiento[6] nos encontramos con datos que gestionar. El más claro ejemplo de esto se produce en la percepción del espacio. Bauman nos presenta dos claros ejemplos de esto:
·         El urbanismo. Citando a R. Sennett[7], Bauman afirma que se ha intentado “’homogeneizar’ el espacio urbano, volverlo ‘lógico’, ‘funcional’ o ‘legible’” (p. 62). Esto ya se señalaba en la anterior tesis, y es que las ciudades, ya nos lo indicaban Mª Dolores Antigüedad y Sagrario Aznar, también fueron creadas para “controlar el posible descontento”. La realidad económica y demográfica resulta innegable pero los sueños[8] racionales de los urbanistas hicieron mucho en los nuevos proyectos de ordenación del pueblo.  El máximo exponente de esto se encuentra en Brasilia, una ciudad creada desde cero. Lo más interesante de esta ciudad en Brasil, es el nuevo síndrome que ha surgido como propio de la ciudad ideal; la “brasilitis”. El hombre al encontrarse en un entorno específicamente diseñado para erradicar la diversidad y las divergencias no aprende a adaptarse a lo inesperado y es por ello que se encuentra en una crisis en cuanto tiene que tomar una decisión.
·         La cartografía. Si en el espacio antropomórfico el hombre usa su cuerpo como regla/ norma de representación del espacio geofísico, ahora se desarrolla toda una nueva tecnología que objetiviza los datos que se deben obtener de esta ciencia. Deshumanizan la tarea cartográfica y geográfica ya que el “factor humano” se desvanece y en realidad “No importaba quiénes fueran los observadores, sino sólo el hecho de que se situaban en el punto de observación indicado.” (p.44)
Este hecho de que ciertas formas de estudiar la realidad fueran correctas y otras no tanto, también permitió que la capacidad de cribar los estudios adecuados de los inadecuados, quedara relegado a unas pocas manos y en última instancia con el beneplácito del estado/Poder[9].
El Poder introducirá en las dinámicas de las personas ciertas ideas y conceptos. La normalización de ciertas ideas será crucial para el último escalón de la formación del actual estado moderno.

Ciberespacio
En los últimos 50 años se asiste a la aparición de este nuevo espacio gracias a la aparición de una “red global de información”.
El Poder es quien selecciona las fuentes apropiadas, quien construye nuestros entornos y también será quien nos ilustre sobre qué debemos “aplaudir”[10]. Se introduce una norma mediante la educación y, aunque suene generalista, mediante el entorno. Un entorno digital que nos abruma con la filosofía de la inmediatez y con el “no quedarse atrás”, lo que nos acaba produciendo un sentimiento de obligación del cumplimiento del programa Do it, que acaba con lo que Martí Peran considera la fatiga[11]. Hablando también en términos de Foucault tendríamos que hablar de la constitución del Panóptico como sistema del poder disciplinario.
Aquí debemos destacar que Bauman nos lleva más allá. Foucault vio la constitución de los Panópticos en la sociedad, como sistema de constante sanción o constante posible sanción, sin embargo en la era moderna, el ciberespacio ha cambiado esto llegando aún más allá. En resumen:
El Panóptico obligaba a la gente a ocupar un lugar donde se la pudiera vigilar. El Sinóptico no necesita aplicar la coerción: seduce a las personas para que se conviertan en observadores. Y los pocos a quienes los observadores observan son rigurosamente seleccionados. (p. 71)
Con la amplia movilidad que nos permitieron los avances técnicos, se rompe un mundo de limitaciones. Ahora los desplazamientos nos permiten tener una noción muy diversa de la realidad de nuestro variable entorno. La dimensión cibernética no permite un desplazamiento físico, pero permite el más veloz desplazamiento de información al que haya asistido la humanidad. Sumando estas dos características de la modernidad, nos encontramos que aquello que era local en el espacio antropomórfico, ha perdido esta cualidad, pues ya no estamos obligados a “establecer un fuerte vínculo con nuestro entorno”. Esto no se aplica únicamente a la población, también sucede con el Poder.
Este último no desiste en su empeño de limitar a una posible población variante y es aquí donde debemos enumerar toda una serie de aspectos que sintetizan claramente la situación presente:
                La población se divide entre aquella que ha sido capaz de romper la barrera del inmovilismo y ha podido entrar en un nuevo mundo, y aquellos que han sido excluidos de esta revolución y se los mantiene atados a un espacio determinado sin posibilidades de movilidad.
                El poder también se ha librado de las ataduras del localismo, que básicamente conllevaban tener que “responder ante alguien”, aunque sea la comunidad. En la actualidad esto ya no sucede, pues el campo de influencia del Poder puede ser las antípodas, dado que aspectos como el dinero o los comandos, se pueden administrar a distancia gracias a la revolución en telecomunicaciones. Bauman considera que esto le otorga al Poder una capacidad de “ingravidez”.
                El sinóptico se entiende como todo un sistema por el cual en vez de restringirse la salida de ciertos espacios como sucedía con el Panóptico de Foucault, el proceso es inverso; cuanto más insertado se está en el Sinóptico más acceso tenemos a toda una serie de “espacios”. El cumplimiento con una serie de requisitos (hombre blanco con una estatura de 1,85m,  con una renta X…) permite seleccionar una serie de “paquetes”,  mientras que aquellos que no cumplan con los requisitos, serán, sencillamente, relegados a unas opciones “de serie”, sin posibilidad de elegir.
Esta imposibilidad de elección va a limitar fuertemente las posibilidades de cambio. Es por ello que “lejos de homogeneizar la condición humana, la anulación tecnológica de las distancias de tiempo y espacio tiende a polarizarla” (p.28).

ARTUR LLINARES PACIA



[1] KAPLAN, Robert D. “De Bosnia a Bagdad”. En: La venganza de la geografía. Barcelona: RBA Libros, 2017. P. 31
[2] LLINARES, Artur. “Sobre las dimensiones culturales y sociales de la naturaleza humana y sobre cómo trata de estudiarlas la Sociología”. En: Artur LL. P., 14 dic. 2017. <https://elrincondelavidolector.blogspot.com.es/2017/12/sobre-las-implicaciones-del-estado-y-el.html>
LLINARES, Artur. “Sobre las implicaciones del Estado y el Poder en las dimensiones culturales y sociales de la naturaleza humana”. En: Artur LL. P., 9 nov. 2017. <https://elrincondelavidolector.blogspot.com.es/2017/11/sobre-las-dimensiones-culturales-y.html>
[3] “En la visión primordial del mundo, la inteligencia y el alma […] impregnan toda la naturaleza y el cosmos, y un yo humano permeable participa directamente de esa matriz más amplia de sentido y finalidad en la que todo se integra”. TARNAS, Richard. “Forja del yo, desencantamiento del mundo”. En: Cosmos y Psique. Jacobo Siruela (Dir.) Marco A. Galmarini (trad.). Girona: Ediciones Atalanta. Pp. 42-55. En esp. P. 45.
[4] Foucault, Michel. “Del poder de soberanía al poder sobre la vida”. En: Genealogía del racismo. Argentina: Altamira. Pp.193-214.
[5] Piénsese en el célebre “Dios ha muerto” de Nietzsche. Esta frase posee un contenido que va mucho más allá de la mera reflexión moral de la obra del alemán. La revolución técnica (en su clímax desde el s. XIX) será la causa.
[6] Que nos puede dar una percepción más holística.
[7] SENNETT, Richard. Uses of Disorder: personal Identity and City Life. Londres: Faber & Faber. 1996.
[8] COCKERELL, Ch. R. The Professor’s Dream, 1848. COLE, T. The Architect’s Dream, 1840.
[9]La esfera institucional […] acaba constituyéndose en principio de autoridad de autoridad que se limita a imponer sentido de un modo normativo, especializado”. PERAN, Martí. “Crisis institucional”. En: Indisposición general: ensayo sobre la fatiga. Gipuzkoa: Argitaletxe Hiru. 2016. P. 29
[10] “Vive con tu siglo, pero no seas obra suya; da a tus coetáneos aquello que necesitan, pero no lo que aplauden”. Schiller, Friederich. “Cartas sobre la educación estética del hombre”. En: Kallias; Cartas sobre la educación estética del hombre. Jaime Feijóo (intr.) Jaime Feijóo y Jorge Seca (trad. Y notas).  Barcelona: Anthropos. P. 175.
[11] PERAN, Martí. “Fatiga”. En: Indisposición general: ensayo sobre la fatiga. Gipuzkoa: Argitaletxe Hiru. 2016. P. 47-60. Véase también “Herencia”. En esp. 13-22

Comentarios

Entradas populares de este blog

Inquirir: viejas y nuevas formas. Sobre la globalidad de la salud.

Religión en el estructural-funcionalismo,

Nota a Barbie: una película triste.