Regalo: un Intercambio Recíproco Generalizado de Presentes
Este es un trabajo realizado para la Universidad de Barcelona. Estudiando el primer semestre del primer curso del grado en Antropología Social y Cultural.
Sebastián Brant (1457-1521) diría en su obra La nave de los necios (1494), sobre quien regale, que:
(Para cualquier uso de las ideas planteadas a continuación se ruega la citación de la autoría original: Artur Llinares Pacia. También es válida la citación de la fuente original, es decir, de este blog: Artur Ll. P. [https://elrincondelavidolector.blogspot.com.es/])
Sebastián Brant (1457-1521) diría en su obra La nave de los necios (1494), sobre quien regale, que:
Quien quiera, pues, regalar
dignamente, hágalo sonriendo y con la alegría del buen compañero, y no diga «¡en verdad, a disgusto lo hago»,
si no desea quedarse sin reconocimiento y recompensa.[1]
Este
fragmento, entre otros que se expondrán, muestra, en cierto modo, el doble
sentido moral del Regalo, del Don, del obsequiar. “Siempre que uno regale
recibirá su recompensa”, podríamos concluir de Brant, aunque añadiría que, como
buen cristiano, debe tenerse el don de la paciencia. ¿Cuándo uno regala,
cristianamente[2],
no debe hacerlo con el planteamiento que encontramos en el Evangelio según San
Lucas? Así pues “si prestáis a aquellos
de quienes esperáis recibir recompensa, ¿qué mérito tenéis? Pues también los
malos prestan a los malos, a trueque de recibir de ellos otro tanto.”
(Lucas. VI, 34)[3]
Lucas plantea
que la única recompensa que debe esperarse debe provenir de Dios, pero siglos
más tarde Brant es más pragmático y expone la crudeza de que un Regalo siempre
espera devolución, por más que Lucas viera en este deseo de retorno un vil
trueque.
¿Qué
interviene entonces en el Regalo, quienes intervienen, por qué regalamos? ¿Por
qué es tan compleja esta forma de Intercambio?
Pese a que ésta
parezca una cuestión ajena a los estudios académicos, en la antropología
económica podemos encontrar autores varios que han intentado dar respuesta a
estas cuestiones sobre el Regalo.
Primeramente cabe destacar dos aspectos fundamentales sobre el Regalar:
1)
El Regalo se puede y debe entenderse
como un Intercambio de Presentes como nos presenta David Kaplan[4].
Así pues, dentro de la amplia variedad de Intercambios que encontramos dentro
de la Antropología (de hermanas, generalizado, matrimonial, social, etc.) este
es de los más ambiguos en relación con la economía. Cabe recordar la definición
de Dalton de Economía[5].
2)
Se puede mantener una doble
visión sobre este mismo acontecimiento. Ambas, etic y emic, deben
tenerse en cuenta en un estudio más global; pese a lo cual prevalecerá una
visión etic; puesto que nos interesa “generar teorías fructíferas desde un punto
de vista científico sobre las causas de las diferencias y semejanzas
socioculturales”[6].
Tras estas dos puntualizaciones debería hacerse
hincapié en el carácter económico que le he dado al Regalo:
Se abre, en este punto, una disputa entre dos
posibles enfoques sobre el mismo hecho. Algunos autores como Marcel Mauss
proponen una finalidad primordialmente social al hecho de regalar, mientras que
autores como Marvin Harris optan por una visión económica. Ambos autores
exponen argumentos muy válidos y es más, los estudios del otólogo alemán
Eibl-Eibesfeldt[7],
muestran que el acto de Dar se encuentra también inscrito en el comportamiento
de los animales; él propone la crianza y el cortejo como dos contextos de
Regalo que se pueden encontrar tanto en primates como en las sociedades
humanas, resalta aquí que los animales no los entendemos envueltos en estructuras
económicas que permitan darle esta connotación al Regalo; lo cual se puede
entender como un punto a favor de la propuesta de Mauss y en contra de Harris.
Aun así, como señala apropiadamente Alfonso Fernández, en el Regalo entendido
en términos sociales, “tiene […] algo de innecesario,
de superabundans, de lujo, de superfluo,
hasta de juego”[8].
Esto hace que la propuesta de la cría de hijos como un ejemplo de “Regalo” se
tambalee pues el “Regalo” de alimentar y dar agrego a los hijos no se puede
considerar “un lujo”, esto es una necesidad vital. Esto mismo sucede en los
grandes Intercambios que tienen lugar en el Kula
(y similares) descrito por Malinowski[9]
o el canónico ejemplo de los !kung descritos por Richard Lee[10].
El Intercambio es una cuestión de supervivencia no de mero lujo.
Esta distinción no nos obliga a invalidar todos los
ritos de Intercambio. Los Potlatch son
definidos como “el intercambio de
presentes competitivo en el que los contendientes por rango social organizan
elaboradas fiestas que incluyen la donación de grandes posesiones, y en ocasiones
su destrucción con el propósito de exaltar el prestigio del donante”[11].
Esto hace del Potlatch un claro
ejemplo de Intercambio de Presentes, con la calidad de innecesarios, que
muestra mejor el carácter simbólico del Regalo, y que nos permite ver el Regalo
como una mera herramienta para mostrar la escala social de cualquiera. De todos
modos en este último punto cabe destacar que en círculos reducidos (amigos o
familia) no se puede producir esta competición respecto al escalafón social,
pues se cae en el riesgo de crear brechas en el tejido de relaciones
establecido y, a posteriori, su desintegración.
Llegados a este punto hemos determinado que el
regalo es una cuestión de carácter económico; un Intercambio.
Encontramos tres tipos principales de Intercambio:
Recíproco
|
Los
asociados en el intercambio toman según su necesidad y devuelven sin ninguna regla
establecida de tiempo o cantidad; es característica de las sociedades
relativamente igualitarias.
|
Retributivo[12]/
Redistributivo
|
Se
considera la forma de intercambio coactiva[13]
la evolución de la forma Recíproca. En este sistema: los productos del
trabajo de varios individuos diferentes es llevado a un espacio central,
donde son distribuidos entre recolectores y no recolectores mediante
redistribuidores [figuras de prestigio].
|
Mercado, de
|
Depende
del desarrollo del dinero multifuncional. Los mercados implican la existencia
de formas estatales de control. El más alto desarrollo del modo de
intercambio de mercado se asocia a la
economía de mercado capitalista, donde casi todos los bienes y servicios se
disponen a la compraventa.
|
Tabla1:
Tipos principales de Intercambio económico. Fuente: Elaboración propia a partir
de: HARRIS, Marvin (2015). “La organización económica”. En: Introducción a la antropología general.
Madrid: Alianza Editorial. P. 339-364.
Después de
leer y tener claramente establecidos los diferentes tipos de Intercambio,
debemos tener en mente lo que se podría considerar una definición de la
economía “pura” sobre el acto del Intercambio, que lo considera como “la transferencia de una mercancía o servicio
de una persona o institución a otra, a cambio de otra, mercancía, servicio o
dinero”[14].
Esta definición es especialmente explícita en el Intercambio Redistributivo y
el de Mercado, pero en el Recíproco esto no sucede del mismo modo.
Así pues
diríamos que el Regalo forma parte del Intercambio Recíproco como muestra
apropiadamente Marvin Harris (p.341). Pero no forma parte en un estado “puro”
del Intercambio Recíproco; véase el ejemplo de los ya mencionados !kung,
estudiados por Richard Lee, quienes proceden a Intercambios de esta índole,
pero el desequilibrio de la balanza de dadores y receptores no activa, en un
principio, mecanismo alguno de defensa.
Pese a lo cual no se niega que;
Un don no solicitado, diría
un bosquimán «crea algo entre la gente». Por lo menos engendra cierta
continuidad en su relación durante todo el tiempo que no es correspondido. Más
que esto, el que recibe un favor se encuentra en una posición social equívoca:
en deuda. (p. 251)[15]
Esto nos
permite entran en otra dimensión más y si es que hablábamos que, teniendo en
cuenta la definición de Marvin Harris, el Intercambio de Presentes no se puede
considerar un Intercambio Reciproco “puro”, hemos de ver que se han propuesto varios
tipos de Intercambio Recíprocos.
Robert Hunt presenta en su definición sobre la
“reciprocidad”[16],
la disquisición que hizo Marshall Sahlins sobre el concepto que introdujo Karl
Polany a la antropología económica. Así pues encontramos que hay tres tipos de
Intercambio con base de Reciprocidad:
Nombre:
|
Definición
|
¿Cumple intercambio
reciproco?[17]
|
R. Generalizada
|
Se
da algo sin esperar nada a cambio (aunque suele obtenerse) a largo plazo. Es
el polo altruista, una forma de compartir donde no se lleva la cuenta.[18]
|
≠
|
R. Equilibrada
|
Transferencias
iguales.
|
=
|
R. Negativa
|
A
alguien le es tomado algo sin expectativas de devolución. (robo/hurto)
|
≠
|
Tabla2:
Tipos principales de Reciprocidad. Fuente: Elaboración propia a partir de
Marshall Sahlins, presentado en: HUNT, Robert (2001). “reciprocidad”. En: Diccionario de antropología.
Thomas Barfield (edit.). Barcelona: ediciones bellaterra. p. 522 – 523.
Se entiende
que la definición de cada tipo de Reciprocidad no es explícita sino que se encuentra
implícito en cada situación y varía según los sujetos entre los que se produce
el Intercambio o el no-Intercambio. Así pues, por ejemplo, en la R. Negativa
nadie viene explícitamente a hacer hincapié en que no se va a retornar el bien
o lo que fuere.
Con lo
expuesto entre Hunt y Sahlins, podemos empezar a determinar cuál es el tipo de
Intercambio Reciproco que es el Regalo:
NO es:
Reciprocidad Negativa: El Regalo requiere siempre de devolución; pues el individuo
siempre va a procurar evitar el juicio moral de los demás. A más a más se
procura evitar el riesgo de desintegrar los lazos afectivos establecidos entre
las personas próximas que se ven implicadas
en el Intercambio de Presentes. La ingratitud no es una opción, pues quiebra el
flujo de intercambios descrito por Mauss[19]:
Todo el que quiera disfrutar
de algo, mire también de recompensarlo. La ingratitud recibe mal premio, deja
la fuente sin agua.[20]
Reciprocidad equilibrada: Dado que en esta situación se reconoce claramente la obligación
de devolución del bien o servicio dado. En este caso se puede plantear la
cuestión de cuál es la diferencia entre este tipo de reciprocidad y la economía
de mercado:
Los hombres ya no tienen
tiempo de conocer nada, Compran cosas hechas a los mercaderes. Pero como no
existen mercaderes de amigos los hombres ya no tienen amigos.[21] (p.69)
Esto, que
puede considerarse una referencia pobre, es importante. Cuando se acepta un Intercambio
de carácter Equitativo que debe ser respondido de igual a igual mediante un
sistema de cálculo de valores (truque, moneda) no sabemos hasta qué punto se
están distanciando los sujetos entre ellos y hasta qué punto la cuestión del
“valor” supera la del “vinculo” entre las personas. Algo fundamental en la Reciprocidad,
y aún más en los Regalos es el carácter de proximidad que tienen tales
actitudes entre los sujetos.
SI es:
Reciprocidad
Generalizada: Se cumple en este punto
perfectamente con todos los condicionantes del Regalo tal y como se conoce. Así
pues se cumple con las reglas de Mauss (dar, recibir y devolver); pero se
mantiene la pátina de nobleza en el acto que exige el decoro social. Pero, como
hemos visto, siempre se espera algo a cambio.
Para finalizar
cabe abordar la cuestión de ¿quién regala?
Las personas que intervienen
en el contrato [Intercambio de Presentes] son personas morales: clanes,
tribus y familias que se enfrentan y se oponen, ya sea en grupos[…],
ya sea por intermedio de sus jefes, ya sea de ambas formas a la vez.[22] (p. 74-75)
Esta
afirmación de Mauss es adecuada al afirmar que esto se da en las “economías anteriores a las nuestras”;
pero ¿Qué sucede en nuestras economías?
En nuestra
sociedad el Intercambio de Presentes se puede producir entre grupos al igual
que en las tribus que analiza Mauss; pero hay gran cantidad de Intercambios de
Presentes que se producen de forma individualizada e, inclusive en multitud de
ocasiones, en disidencia con la visión del colectivo con tendencias más tradicionales.
Ofrezco la siguiente observación de mi círculo de amigos:
Al recibir una
invitación de cumpleaños, de boda, o de cualquier otro tipo de celebración, se
debe ofrecer un regalo en agradecimiento al reconocimiento que han tenido los
organizadores de considerarlo a uno como suficientemente unido como para que forme
parte de ese momento de dicha y de recuerdo para la vida. Este es el código “clásico”
y la justificación del porqué se debe llevar un Regalo a una celebración.
Algunos grupos de jóvenes (cuantiosos) deciden hacer un planteamiento
diferente: “si no voy a la fiesta no me he de gastar el dinero en el Regalo”.
¿Qué ha
sucedido aquí?
Se ha cambiado
aquello por lo cual uno está agradecido: si “clásicamente” el Regalo se ofrece
en agradecimiento al hecho de invitar a uno (independientemente de si se va o
no[23]),
la “nueva visión” no agradece al hecho de la invitación y lo que conlleva esta,
lo que se agradece es el dispendio cuantitativo de la celebración. Por ende se
considera que si uno no va a suponer un dispendio material para la persona, no
debe responder con ningún tipo de Regalo. El reglo se determina como una
compensación de carácter económica/material al gasto realizado en el convite.
La importancia
de esto subyace en que si el mensaje tradicional es el primero, el segundo lo
es una herencia del colectivo sino una transformación inducida a nivel
cultural. Una cultura más materialista. Aquí se aprecia claramente como los
sujetos no siempre representan a las familias pues estas se representan
mediante códigos de conducta muy distintos a los que puede presentar la prole.
Vemos, en
consecuencia, que al atomizarse la sociedad con una preeminencia del individuo
“autodeterminado” las vinculaciones con los aspectos colectivos menguan. La
afirmación de Mauss puede ser apropiada para ciertas sociedades, pero no para
todas, o, como mínimo, no para la actual sociedad española/barcelonesa[24]
en primera línea de la globalización.
Tras la
revisión de la obra de autores como S. Brant, M. Mauss, m. Harris, R. Hunt, A.
Sheldon, e, incluso, esta última reflexión que me he permitido; creo que podemos
definir el Regalo como: bien o servicio dado a otro individuo o colectivo
en representación del propio individuo o del grupo dador; el cual espera ser
recibido y el cual aspira a ser devuelto en forma de bien o favor cerrando el
ciclo del Don. La finalidad del cual es el mantenimiento de unas relaciones sociales,
pese a lo cual el acto en sí se categoriza como un acto socioeconómico pues
aspectos como el valor del objeto o
la obligación de devolución se circunscriben dentro de los términos económicos.
El Regalo es un Intercambio Reciproco Generalizado de Presentes.
ARTUR LLINARES PACIA
[1] BRANT,
Sebastián (2011). “Regalar i arrepentirse”. En: La nave de los necios. Antonio Regales Serna (edit.). Madrid: Akal.
P. 351.
[2] Acojo la
referencia al catolicismo por dos motivos: 1) Sebastián Brant escribe su obra introduciendo
ya estas doctrinas como las ejemplares (p. 91). 2) Siendo la religión que
profeso considero que es la referencia más interesante para entender el Regalo
desde una visión “más próxima”, pese a que se amplíe el horizonte de estudio
posteriormente.
[3] “Evangelios
según San Lucas”. En: La Sagrada Biblia.
Felix Torres Amat (trad.). Barcelona: Editacomunicación. P. 1174-1175.
[4] KAPLAN, David
(2001). “intercambio de presentes”. En: Diccionario
de Antropología. Thomas Barfield (ed.). Barcelona: ediciones bellaterra. P.
360-362.
[5]”Conjunto de actividades institucionalizadas que combinan recursos naturales,
trabajo humano y tecnología para adquirir, producir y distribuir bienes
materiales y servicios especializados de una manera estructura y repetitiva.”
(p.340) DALTON, George (1969). Citado en HARRIS, Marvin (2015). “La
organización económica”. En: Introducción
a la antropología general. Madrid: Alianza Editorial. P. 339-364.
[6] HARRIS, Marvin
(2015). “aspectos emic y etic de la cultura”. En: Introducción a la antropología general.
Madrid: Alianza Editorial. P. 153-155.
[8] FERNANDEZ
TRESGUERRES, Alfonso (2005). “De los regalos; Acerca de su origen y la
significación del regalar”. En: El
Catoblepas; revista crítica del presente. <http://www.nodulo.org/ec/2005/n038p03.htm> [Consultado: 01/2017]
[11]BARFIELD, Thomas (2001). “potlatch”. En: Diccionario de antropología.
Thomas Barfield (edit.). Barcelona: ediciones bellaterra. p.504.
[12] En la p. 340,
en el apartado “El intercambio”, se hace alusión al término Retributivo, pese a lo cual no se
recupera a lo largo del trabajo en tanto que se usa el término Redistributivo. Se puede entender como
un error en la edición empleada o que ambos términos han sido considerados por
el autor [HARRIS, Marvin] adecuados por igual.
[13] Término que el
autor [HARRIS, Marvin] emplea de forma sinonímica respecto a Intercambio Retributivo/Redistributivo. (p. 346)
[14] SELDON, Arthur;
PENNANCE, F. G.; (1983). “intercambio”. En: Diccionario
de Economía; una exposición alfabética de conceptos económicos y su aplicación.
Antonio Casahuga Vinardell (edit.). [s.l.]: Ediciones Orbis.
[15] SAHLINS, Marshall
(1976). “Economía Tribal”. En: Antropología
y economía. Maurice Godelier (edit.). Barcelona: Anagrama. P. 233- 259. <https://www.ddooss.org/libros/maurice_godelier.pdf>
[Consultado: 01/2017]
[16] HUNT, Robert
(2001). “reciprocidad”. En: Diccionario de antropología. Thomas Barfield (edit.). Barcelona: ediciones
bellaterra. p. 522 – 523.
[18] R. Hunt propone
como ejemplo el cuidado de los hijos; pese a lo cual el lector de estas líneas
ya sabe la distinción que se debe hacer a este respecto.
[19] La triple
obligación: O. de Dar, O. de Recibir y O. de Devolver. Descrito en: MAUSS,
Marcel (2009). “Los dones intercambiados y la obligación de devolverlos
(Polinesia)”. En: Ensayo sobre el don.
Madrid: katz. P. 81-105.
[20] BRANT,
Sebastián (2011). “De la ingratitud”. En: La
nave de los necios. Antonio Regales Serna (edit.). Madrid: Akal. P. 233.
[21] SAINT-EXUPÉRY,
Antonie de (1953). “Capítulo: XXI”. En: El
Principito. Barcelona: salamandra. P. 66-74.
[22] MAUSS, Marcel
(2009). “Sobre el don y, en particular, sobre la obligación de devolver los
regalos”. En: Ensayo sobre el don.
Madrid: katz. P. 67-79.
[23] En el supuesto
de que uno no pueda ir a la boda, comunión o cumpleaños de alguien, debe de
todos modos ofrecerse el Regalo.
[24] Nótese que
propongo dos posibles marco: 1) España como país que se encuentra dentro del
cruce de informaciones de la globalización en primera línea. 2) Barcelona pues
al ser una ciudad es muy posible que su ritmo de alteraciones culturales se más
veloz y profundo (o no) que las zonas agrícolas de Cataluña o España en
general.
Estoy comentando con el pene
ResponderEliminarno podría pedir mas... ;)
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