Parnasianismo y simbolismo
Parnasianismo y simbolismo
Parnasianismo y Simbolismo
son dos movimientos cruciales, pertenecientes a la segunda mitad del siglo XIX.
Debido a su proximidad -(el Simbolismo nace inmediatamente después al
Parnasianismo)- comparten muchas características; su nacionalidad (Francesa) es
un buen ejemplo de ello. Pero pese a lo dicho uno nace en respuesta al
anterior, así pues es racional pensar y deducir que serán varias las
características que pongan distancias entre ambos movimientos; la finalidad del
Arte es, por ejemplo, una clara disimilitud entre los dos movimientos
estéticos.
En cuanto a lo que a las similitudes se refiere son varias las que encontramos: un claro ejemplo es la nacionalidad de ambos movimientos; como ya hemos dicho ambos se originan en Francia, pero es en este primer punto donde ya encontramos un matiz que debe ser destacado, ya que ,dependiendo de quién, se podría considerar que aquello que se ha mencionado como similitud no es sino una diferencia, ya que el Simbolismo si bien se origina en Francia lo hace al mismo tiempo en Bélgica haciendo así del Simbolismo un movimiento de orígenes franco-belgas y no puramente francés como si lo es el Parnasianismo. Una semejanza algo más clara es el momento en el que ambos se originan, si bien se ha de reconocer que el Simbolismo (1857) sería un movimiento posterior al Parnasianismo (1850) ya que nace en respuesta al segundo, ambos se enmarcan en la segunda mitad del siglo XIX. Ambos como punto de mayor discusión se nutren del romanticismo; Si bien de forma oficial el Parnasianismo nace en respuesta al Romanticismo (ensalzado por V. Hugo) y, sin embargo, acoge de este mismo movimiento el concepto de “volver a las raíces” -(cabe destacar que se trata de lo que se conoce como “Romanticismo formal”)- escogiendo el mundo clásico como fuente de mayor inspiración, en el caso del Simbolismo es algo declarado por propios artistas que acogen al Romanticismo (Liberal) como fuente de inspiración para sus obras más revolucionarias e íntimas.
Es justamente en la
intimidad que expresan las obras, donde encontramos una de las mayores
diferencias entre ambos movimientos estéticos. El Parnasianismo opta por una
obra hierática, que no muestre sino una perfección casi de carácter científico
al no procurar expresar opinión alguna, anteponiendo el cumplimiento de una
serie de requisitos, recuperados del mundo clásico, para poder considerar a su
creación una obra de Arte. Mientras el Parnasianismo opta por lo frío y
objetivo del artista simbolista se opondrá radicalmente haciendo, inclusive,
una reinterpretación de algunos vocablos para así hacer suyo todos cuantos
medios pueda poseer para ahondar más y más en su propio ser, en muchas
ocasiones tortuoso y marginal, y expresarlo libremente sin aceptar limitación
alguna de carácter sociocultural, lingüístico o estético.
Estos dos movimientos fundamentales
para concebir la estética decimonónica poseían, como hemos leído, varias semejanzas
y diferencias que en algunas ocasiones provocaban un choque directo y en otras
suavizaban la tensión para generar un suave roce entre ambas visiones del Arte
y en sí de la Vida. Pese a todas sus diferencias, si en algo hay que estarle
agradecidos a ambos movimientos por igual es que fueran, queriendo o sin
quererlo, las ideólogas del Modernismo que sería parido posteriormente por
pinceles, plumas y cinceles que recordarían con nostalgia, admiración y
agradecimiento a los que fueron dos grandes concepciones del Arte.
ARTUR LLINARES PACIA
1º Batx
ARTUR LLINARES PACIA
1º Batx
Comentarios
Publicar un comentario