Notas a un consumo antropocénico.

Figura 1: Imagen tomada el 6 de febrero de 2020. Hace un año decidí hacer un estudio sobre como las personas dedicadas a las artes, nacidas alrededor 2000 –si bien mi muestra también quiso hacer contrastes con la generación previa-, estaban empelando las redes sociales como medio relativamente común para promocionar sus trabajos y, en especial, se promocionaban para encontrar uno. La red social que escogí fue Instagram. A mitad de estar haciendo el trabajo me encontré en el centro comercial La Maquinista la foto que encabeza estas líneas: tres corazones concéntricos dentro de un cuadro de diálogo. En su momento no pude abordar la cuestión como placiera, advertí: Otro aspecto de gran relevancia, pero que aquí no hemos podido tratar, es el del uso de los nuevos lenguajes. Los emoticonos o los # (Bernard, 2019) ocupan la primera plana de la vida en internet, hasta tal punto que llegan ser sinónimos de este concepto: vemos ciertos símbolos y ya comprendemos de inmediat...